Actualizado 03/08/2016 12:46

Escasez de alimentos en Venezuela. ¿Mala gestión de Maduro o triunfo de la industria capitalista?

Recurso para frutas, verduras
EUROPA PRESS

   CARACAS, 13 Jun. (Notimérica) -

   En los últimos años, pero muy especialmente en estos últimos meses, la crisis que atraviesa Venezuela se encuentra en el centro de la información política y social internacional.

   Los medios de comunicación recogen día tras día las dificultades económicas que atraviesa el país, que están llevando al pueblo venezolano a acceder cada vez con mayor dificultad a alimentos y productos básicos.

   Por su parte, los dirigentes de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), con mayoría en la Asamblea Nacional desde que el pasado mes de diciembre se alzasen con más de dos terceras partes de los escaños de la Cámara, culpan al presidente Maduro de "dejar morir a su pueblo de hambre" con tal de perpetuarse en el poder.

   Con el referendo revocatorio al presidente Nicolás Maduro propuesto por la oposición como telón de fondo, cuesta entender cómo, si la situación es realmente tan compleja, Gran Polo Patriótico Simón Bolivar --la coalición en la que se integra el partido de Gobierno, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), reelegido democráticamente en abril 2013 dando continuidad a los 14 años de mandato de Hugo Chávez--, pudo obtener en diciembre más de 5,5 millones de votos, dos millones menos de los que logró la MUD.

   ¿Qué hay de cierto en toda la información que se recibe sobre Venezuela fuera del país? ¿Cómo se explica que el 'chavismo' mantenga más de un 40 por ciento de apoyo social con una situación tan compleja?

   Para explicar la situación desde otro punto de vista, las Hermanas del Sagrado Corazón de Venezuela, una congregación religiosa perteneciente a la plataforma Redes Cristianas, lanzaron hace unos días un comunicado en su web en el que denuncian la manipulación de la realidad por parte tanto de oposición como de la comunidad internacional.

   "Las noticias deben ser muy alarmantes", comienza el escrito en el que aseguran que tras la preocupación mostrada por "compañeros latinoamericanos" han decidido publicar "un relato general que diga desde nosotras, desde nuestros colectivos de trabajo y de militancia, cuál es nuestra situación".

   La congregación denuncia a lo largo de todo el comunicado que en Venezuela no hay una falta de alimentos, sino un descontrol de precios. "Lo que hay es un descontrol de precios y acaparamiento de lo producido para sacarlo cuando al dueño (se refieren a empresarios y dueños de pequeños comercios) le dé la gana".

   "Escasea el arroz, se complica conseguir un litro de aceite, aunque la pasta aparece con mayor regularidad. Falta harina de maíz en las tiendas, pero no ha disminuido la venta de arepas y empanadas en las calles. Falta en las tiendas la harina de trigo, y por tanto el pan, pero ninguna panadería de nuestros barrios ha cerrado ni ha dejado de vender pan dulce, tortas y galletitas a muy altos precios. Sin embargo, no faltan vegetales en todo su esplendor y variedad, ni falta ningún tipo de proteínas en sus distintas versiones de aves, carnes, y pescados a un precio diez veces mayor a lo que se podía comprar hace un año", explican, para añadir que "las empresas y las tiendas han preferido jugar con el pueblo y producir menos para ponernos a pelear en busca de insumos".

   Resulta más fácil de entender con un ejemplo práctico. "En una cola de 300 personas venden obligadamente paquetes de pasta dental de seis unidades, y cuando faltan 50 personas en la cola, dicen que se acabó el dentífrico. Si se hubiera vendido un tubo de pasta por persona, más de las 300 hubieran tenido. Pero no, es obligatorio comprar el paquete de 6* ¡se nos instiga a la pelea! Buscan matar los sentimientos de solidaridad, esperanza en el porvenir, y construcción colectiva que estaban en flor en esta patria".

   Para las religiosas, "se cuestiona la gestión de Maduro, pero no se cuestiona la manipulación de la industria, el acaparamiento de alimentos en grandes almacenes de esa misma industria, la disminución en la producción hasta hastiar al grueso del pueblo. No se cuestiona la dictadura financiera que nos somete a las y los venezolanos a estar en las amenazas del hambre todos los días o en las incertidumbres de las medicinas todas las semanas".

   Así, denuncian un "golpe industrial que sostenidamente no produce suficiente porque no quiere, porque quiere destruir un Gobierno (primero de Chávez y después de Maduro) que ha producido educación, autoestima, sentido patrio, sistemas de salud gratuitos, derechos laborales, sociales y salariales".

   En este punto cabría preguntarse qué pasa con la regulación de los precios, pero según el escrito de la congregación, lo que producen las empresas gubernamentales es lo que se vende a bajo costo, con precios regulados desde hace cinco años. "La mayoría hoy hace grandes colas para acceder a ellos en justicia y empecinada defensa de esos bajos precios, como una forma de sostener este Gobierno". "¿Será por eso que hay más colas para comprar barato donde se puede que protestas contra el Gobierno?", se preguntan.

POSIBLE GOLPE DE ESTADO Y CRÍTICAS A EEUU Y EUROPA

   Las religiosas señalan que "no pudieron tumbar al presidente Chávez" las dos veces que pararon la industria en 2002 y 2003 porque el momento histórico de relaciones políticas y gobiernos alternativos en América Latina era otro y se vivía "el mejor tiempo de solidaridad e integración". "Esas relaciones nos salvaron de un golpe de Estado en aquel momento, pero ya las condiciones relacionales gubernamentales en América Latina son otras y el golpe de Estado puede venir".

   Además, culpan del mismo al Gobierno de Estados Unidos. "El Gobierno norteamericano vaticina que Maduro no llega a diciembre. Ese Gobierno que nos considera una amenaza, como si el nuestro les hubiera hecho daño o hubiera invadido otros países como lo hacen ellos".

   "En estos 17 años de esplendor latinoamericano, las eternas élites que gobernaron nuestras tierras para enriquecerse y dejar a los pobres en su lugar de pobres tuvieron el tiempo suficiente para estudiar cada país, reorganizar sus fuerzas y arremeter hoy contra nosotros sin medida ni compasión. No nos perdonan que hayamos intentado querer tener nuestras propias formas de gobierno, de decir y hacer desde América Latina y no desde la banca mundial ni desde la concepción europea colonialista", añaden.

TEMOR ANTE EL TRIUNFO DE LA INDUSTRIA CAPITALISTA

   La tasa de desempleo en el país, que en 1999 superaba el 12%, hoy se ubica en el 6,7%; la pobreza extrema se redujo del 23,4% de la población a alrededor del 8%; casi dos millones de personas fueron alfabetizadas; la tasa de escolarización aumentó del 43% al 77% en la educación inicial, del 48% al 76% en la educación media, y se aumentó el número de universitarios del medio millón en 1999 a los más de dos millones y medio que hay hoy. Asimismo, el 83% de las personas de tercera edad, más de tres millones, han sido incluidas en el sistema de pensiones del Estado.

   Todos estos avances se lograron desde que en 1999 Hugo Chávez asumiera la presidencia de Venezuela. Ahora, más que la falta de algunos alimentos e insumos médicos y medicinas, afirman, "nos preocupa la posibilidad muy cierta de que el triunfo en Venezuela de la industria capitalista, por cualquier medio, implique perder la mayor suma de seguridad social, salarial y educativa que jamás tuvimos".