Por Fredrik Dahl
TEHERAN (Reuters/EP) - La esposa del líder de la oposición iraní Mirhossein Mousavi dijo que su hermano de 62 años fue uno de los detenidos después de las polémicas elecciones del mes pasado en lo que calificó de un intento inútil de presionarla a ella y su marido.
Las declaraciones de Zahra Rahnavard, en una entrevista publicada el jueves por una agencia de noticias iraní prorreformista, fueron las últimas de una serie de comentarios de Mousavi y sus aliados, que insisten en que las elecciones presidenciales del 12 de junio fueron amañadas.
El presidente ultraconservador Mahmoud Ahmadinejad, declarado ganador, niega este extremo, al igual que el Líder Supremo, el ayatolá Ali Khamenei.
Rahnavard, una destacada artista y académica que se abrió camino en el estado islamista al hacer campaña por su marido en las elecciones, dijo a la agencia de noticias ILNA que su hermano, Shahpur Kazemi, fue detenido hace más de un mes.
Grupos de defensa de los derechos humanos dicen que cientos de personas, incluidos importantes activistas reformistas, académicos y abogados, fueron detenidos durante la represión postelectoral contra la oposición. Según las autoridades, la mayoría de los arrestados ya fueron liberados.
Un abogado defensor expresó su preocupación el miércoles sobre otros dos detenidos, los ex ministros Mostafa Tajzadeh y Behzad Nabavi, diciendo que no sabía dónde se encontraban retenidos.
Rahnavard dijo que el pueblo iraní y ella no creerían ninguna "confesión a la fuerza" obtenida de su hermano.
"Aquellos que hacen tales casos (legales) deberían saber que al continuar dichas acciones (...) la nación les abandonará, e imponer presión sobre Mousavi y sobre mí no funcionará", declaró.
Rahnavard dijo que su hermano es un experto en telecomunicaciones y no una figura política.
El jueves, periódicos iraníes dijeron que siete miembros de la comisión de seguridad del parlamento nacional exhortaron al ministro de Inteligencia Gholamhossein Mohseni-Ejei a que divulgue las confesiones de los detenidos por televisión.
Al menos 20 personas murieron en la violencia desatada tras las elecciones. Mousavi y las autoridades se culpan mutuamente por el derramamiento de sangre.
(Traducido por la Redacción de Madrid)