Actualizado 25/07/2009 01:49

Europeos temen que lo peor está por venir en empleos: sondeo

Por Marcin Grajewski

BRUSELAS (Reuters/EP) - Los europeos temen que se perderán más empleos por la crisis económica, con los escandinavos como los más optimistas y la población en la zona del Báltico como los más pesimistas, mostró el viernes una consulta.

El sondeo Eurobarómetro, realizado en junio, mostró que un 61 por ciento de la población en los 27 países de la Unión Europea y los estados candidatos creen que el impacto de la crisis sobre el mercado laboral todavía no ha alcanzado su máximo.

Cerca de un 28 por ciento cree que lo peor ya quedó atrás.

Analistas dicen que si las personas se sienten pesimistas acerca de las perspectivas laborales, se sentirán menos dispuestas a abrir sus billeteras, una actitud que podría prolongar la duración de la peor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial.

"Comprensiblemente los europeos se sienten preocupados por el impacto de la crisis en sus empleos y familias", dijo el comisario de Empleo de la UE, Vladimir Spidla, en un comunicado.

El temor se dio en mayor grado en los países del Báltico, especialmente afectados por la recesión, con un 82 por ciento de letones, un 76 por ciento de estonios y un 74 por ciento de lituanos opinando que sus países podrían sufrir más recortes.

En Suecia y Dinamarca, un 52 y un 58 por ciento, respectivamente, consideró que lo peor todavía estaba por venir.

La economía de la zona euro, la porción más extensa de la UE, se contrajo en un 2,5 por ciento durante el primer trimestre del 2009, comparada con los tres meses previos.

El brazo ejecutivo de la UE, la Comisión Europea, anticipa menores contracciones en los trimestres próximos y una recuperación moderada durante el 2010.

Pero la tasa de desempleo usualmente retrasa los desarrollos económicos, y la Comisión espera que ésta alcance un 9,9 por ciento este año y un 11,5 por ciento el año próximo en la zona euro, desde el 7,5 de 2008.

El sondeo mostró que un 32 por ciento de los europeos se sentían preocupados acerca de perder sus empleos por causa de la crisis y un 47 por ciento temía que sus hijos pudieran integrar las cifras de desempleados.