Publicado 05/02/2018 09:15

Fabricio Alvarado encabeza las presidenciales en Costa Rica y se enfrentará a Carlos Alvarado en la segunda vuelta

Fabricio Alvarado, candidato presidencial del Partido de Restauración Nacional
REUTERS / JUAN CARLOS ULATE

   MADRID, 5 Feb. (EUROPA PRESS/Notimérica) -

   El candidato del Partido Restauración Nacional (PRN) a la Presidencia de Costa Rica, Fabricio Alvarado, marcha en cabeza en el recuento de los resultados de las elecciones celebradas este domingo, según los primeros datos oficiales, correspondientes al 58,4 por ciento del recuento.

   El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) del país recoge en su página web que Alvarado cuenta con el 24,78 por ciento de los votos, quedando muy por debajo del 40 por ciento de los votos necesarios para hacerse con la Presidencia en la primera vuelta, aunque por el momento encabeza las perspectivas para la segunda segunda vuelta, que se disputará el 1 de abril.

   En el citado balotaje el líder del conservadurismo radical se enfrentará al gobernante del Partido Acción Ciudadana (PAC), Carlos Alvarado, quien ha alcanzado el 21,74 por ciento de los votos y supone la esperanza del oficialismo costarricense, afectado por acusaciones de corrupción.

   El candidato del Partido Liberación Nacional (PLN), Antonio Álvarez Desanti, se ha hecho con el 18,67 por ciento de los apoyos y ya ha reconocido su derrota, felicitando asimismo a los dos candidatos para la segunda ronda.

   "Vengo con humildad a reconocer que el pueblo ha tomado una decisión que no me favorece", ha dicho Álvarez Desanti en sus primeras declaraciones tras el anuncio de los resultados, según ha informado el diario local 'La Nación'.

   Por detrás figuran el candidato del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Rodolfo Piza, con el 16,07 por ciento de los apoyos; y el candidato del Partido Integración Nacional (PIN), Juan Diego Castro, con el 9,48 por ciento de los respaldos.

   Más de 3,3 millones de costarricenses estaban llamados a la urnas para elegir al sucesor de Luis Guillermo Solís en la Casa Presidencial y a su primer y segundo vicepresidente, así como a los 57 miembros de la Asamblea Legislativa, para un periodo de cuatro años.

   Los sondeos sobre intención de voto revelan que la sorprendente victoria de Solís en 2014, que supuso la irrupción de nuevos partidos en la política costarricense, no fue una anécdota, sino que se ha convertido en auténtica tendencia y se reflejará también en el resultado de este domingo.

   Solís, del PAC, acabó con la hegemonía bipartidista del PLN y el PUSC. Esta vez el abanico es más amplio y hace casi imposible que algún candidato se alce con el 40 por ciento necesario para proclamarse ganador en primera vuelta.

   La razón de que haya cinco candidatos con opciones de éxito es el elevado nivel de indecisos, en parte debido a la sucesión de escándalos de corrupción que han dominado la política costarricense en los últimos tiempos.

   Hay otros temas dominantes, como el desempleo y la inseguridad. No alcanzan índices preocupantes, teniendo en cuenta el contexto regional, pero han ido escalando hasta niveles inusuales para Costa Rica, un país de clase media y con un estado del bienestar razonable que ha escapado al círculo vicioso de pobreza y violencia de Centroamérica.

   Otras cuestiones de índole social han cobrado fuerza a raíz de una serie de fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) que instan a Costa Rica a reconocer los derechos sexuales y reproductivos y los derechos de la comunidad LGTB, en un país --el único de América-- que sigue teniendo una religión oficial (la católica).

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