Actualizado 31/08/2010 01:37

Fidel Castro relata el "calvario" de su enfermedad

El ex presidente cubano Fidel Castro en entrevista con la directora del diario m
EP/ESTUDIOS REVOLUCIÓN


MADRID, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -

El ex presidente de Cuba Fidel Castro relató por primera vez "el calvario" de la enfermedad que le apartó temporalmente de la política y con la que, según indicó, llegó a estar "muerto", por lo que confesó sentirse como un "resucitado".

En una entrevista concedida al diario 'La Jornada', publicada este lunes, el líder de la revolución cubana recordó la enfermedad que le obligó a ceder la Presidencia del país a su hermano Raúl, una divertículis que le provocó numerosas hemorragias por las que tuvo que ser intervenido en varias ocasiones.

"Llegué a estar muerto, con esto quiero decirte que estás ante una especie de resucitado", dijo Castro al relatar que llegó a pesar 66 kilogramos. "Imagínate, un tipo de mi estatura pesando eso. Hoy alcanzo ya entre 85 y 86 kilos", agregó.

Así, Castro confesó que en algunos momentos "ya no aspiraba a vivir" y que incluso llegó a cuestionar si el equipo médico le iba a permitir vivir en esas condiciones o si por el contrario le iban a dejar morir. "Luego sobreviví pero en muy malas condiciones físicas", recordó.

"Tendido en aquella cama, sólo miraba a mi alrededor, ignorante de todos esos aparatos. No sabía cuánto tiempo iba a durar ese tormento y de lo único que tenía esperanza es de que se parara el mundo, pero resucité", aseveró.

A su despertar, después de una larga recuperación, el ex dirigente indicó que se encontró "con un mundo de locos que no hay quien entienda" pero que no se habría querido perder "por nada". "Entonces empecé a ver bien clarito los problemas de la tiranía mundial creciente", indicó.

Interrogado por cuestiones de calado internacional, Castro mostró su convencimiento de que estamos ante una "inminente guerra nuclear" debido a las tensas relaciones entre Irán e Israel y a la intervención de Estados Unidos en el asunto, un país hacia el que no siente ningún odio. "¿Por qué odiarlo si es solo un producto de la historia?, apuntó.

"No quiero estar ausente en estos días. El mundo está en la fase más interesante y peligrosa de su existencia y yo estoy bastante comprometido con lo que vaya a pasar. Tengo cosas que hacer todavía", espetó el ex mandatario.

Castro volvió a la arena política hace solo unas semanas con inesperadas apariciones en público con las que ha intentado disipar las especulaciones que surgieron sobre su supuesto delicado estado de salud y su escasa influencia política en las principales decisiones de la isla.

El regreso del ex presidente coincide con una de las peores crisis económicas que ha vivido el país y con la decisión del Gobierno liderado por su hermano Raúl de liberar a 52 presos políticos de la llamada Primavera Negra de 2003 --una de las peores olas represivas contra la oposición-- gracias a la mediación de la Iglesia Católica.