Actualizado 25/04/2018 08:40

Freeland dice haber mantenido conversaciones "intensas" con Lighthizer sobre la propuesta comercial de EEUU

Chrystia Freeland, Robert Lighthizer e Ildefondo Guajardo
REUTERS / YURI GRIPAS - Archivo

WASHINGTON, 25 Abr. (Reuters/EP) 

La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, ha destacado este martes las "intensas" conversaciones mantenidas con el representante de Comercio estadounidense, Robert Lighthizer, sobre las propuestas de Washington sobre el sector automovilístico en el marco de las negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN/NAFTA).

"Existen obviamente un número de asuntos relevantes que aún quedan por resolver", ha aseverado la ministra canadiense, que ha manifestado que "está deseando indagar en dichas cuestiones durante las conversaciones, que continuarán mañana".

"La normativa sobre la denominación de origen de los vehículos es compleja. (...) Nos estamos centrando en los detalles para asegurarnos de que no se producen consecuencias inesperadas y las cosas salen bien", ha afirmado la ministra.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado que las conversaciones se están desarrollando de manera positiva y ha adelantado que las partes --México, Canadá y Estados Unidos-- podrían llegar a un acuerdo en poco tiempo.

Los ministros de los diferentes países se han reunido en Washington en un intento por salvar las diferencias para lograr un acuerdo antes de que se celebren las elecciones presidenciales de México, previstas para el 1 de julio.

"El TLCAN está avanzando, como sabéis. México tiene elecciones dentro de muy poco", ha aseverado Trump durante una reunión del Gabinete a la que han tenido acceso los medios de comunicación.

"Estamos haciéndolo muy bien. Podría llegar a un acuerdo muy pronto, pero no estoy seguro de que eso juegue a favor de los intereses de Estados Unidos. Veremos lo que sucede", ha explicado el magnate neoyorquino.

Las demandas de Trump estipulaban en un principio que los vehículos fabricados en Norteamérica debían contener un 85 por ciento de piezas producidas en países miembro del tratado, una exigencia que gira ahora en torno al 62,5 por ciento.