LIMA (Reuters/EP) - El ex presidente peruano Alberto Fujimori dijo el viernes que dio 15 millones de dólares a su ex mano derecha Vladimiro Montesinos para evitar un golpe de Estado, que el propio ex jefe de inteligencia preparaba en su contra en el 2000 en medio de un escándalo de corrupción.
En una cerrada defensa política al final de un nuevo juicio público, Fujimori dijo también que es inocente del cargo de peculado y adelantó que igual espera una sentencia en su contra de parte de quienes buscan aniquilar el proyecto de su partido político, de cara a las elecciones generales del 2011.
El ex presidente, que cumplirá 71 años a fines de julio, es acusado de entregar una millonaria indemnización a su ex asesor Montesinos en septiembre del 2000, poco después de estallar un escándalo de corrupción del país.
Los fiscales piden para Fujimori ocho años de cárcel en el juicio cuya sentencia será leída el lunes. En abril, la justicia lo condenó a 25 años de cárcel acusado de avalar la matanza de 25 personas durante su Gobierno.
"Tuvimos que recurrir a medidas extremas para garantizar la estabilidad y la transferencia del poder, pero con la entrega transitoria de esos 15 millones se logró que el ex asesor de inteligencia saliera del país", afirmó el ex mandatario.
Fujimori aceptó en el juicio la entrega del millonario monto a Montesinos, actualmente preso en una base naval, pero rechazó que cometió el delito de peculado porque sostiene que restituyó después el dinero al Tesoro Público.
En efecto, el dinero quedó registrado en el erario pero se desconoce de dónde salieron esos fondos, según la fiscalía, que afirma que su devolución no exime el delito de peculado.
Tras la entrega del dinero, Montesinos huyó a Panamá y regresó por breves días, en octubre del 2000, para fugarse otra vez de Perú, hasta que fue capturado en Venezuela en el 2001.
TEMORES POLITICOS
El ex mandatario afirmó que el dinero que restituyó al Tesoro lo recuperó después de una "intensa búsqueda" en las instalaciones de la sede del servicio de la inteligencia en Lima, cuando trataba de detener a Montesinos.
"Sé que no encontraré la justicia dentro de estas cuatro paredes", afirmó Fujimori al final del proceso.
"Como político entiendo que con esta sentencia lo que se pretende es no tener a Fujimori libre porque cambiaría totalmente la escena política del país, no sólo la electoral del año del 2011, sino del escenario actual en el que el fujimorismo ha cobrado un enorme peso específico", dijo el ex mandatario en un discurso leído como alegato final.
El mandatario, cuya salud se resquebrajó durante el primer juicio que duró 16 meses, está recluido en una base policial desde septiembre del 2007, cuando fue extraditado desde Chile acusado de abusos a los derechos humanos en Perú.
"El veredicto lo ha empezado a dar miles de peruanos que sí tienen memoria de lo que fue el terrorismo, la hiperinflación, el caos y la incertidumbre, por eso hoy apoyan de manera masiva y contundente a mi hija Keiko", dijo Fujimori.
Según la última encuesta de la firma Ipsos Apoyo en junio, la legisladora Keiko Fujimori figura como líder en las intenciones de voto para la presidencia en el 2011.
Keiko Fujimori tiene el 22 por ciento de las preferencias electorales. En el segundo lugar de las intenciones de voto se ubicaron el actual alcalde de Lima, Luis Castañeda, y el nacionalista Humala, ambos con un 15 por ciento.