SACRAMENTO (ESTADOS UNIDOS), 28 Oct. (Reuters/EP) -
Los funcionarios de prisiones del estado de California han propuesto este martes un nuevo protocolo para el uso de la inyección letal, un paso que podría conducir a una reanudación de la pena de muerte en un estado que no ha llevado a cabo ninguna ejecución desde el año 2006.
El estado más poblado de Estados Unidos, un bastión demócrata donde el apoyo público a la pena de muerte ha estado cayendo durante años, detuvo hace casi diez años las ejecuciones de presos tras aplicar la pena capital a Clarence Ray Allen, el por entonces preso más anciano del corredor de la muerte, condenado por ordenar un triple asesinato hace 25 años para silenciar a los testigos de otro crimen.
El estado puso las ejecuciones en suspenso, en parte debido a problemas legales, incluyendo una demanda en la que se cuestionaba la constitucionalidad de la mezcla de tres medicamentos utilizados para las inyecciones letales. Las autoridades locales no han forzado la situación, en parte por la oposición de altos cargos locales a la pena de muerte.
Sin embargo, este martes funcionarios de prisiones han presentado un protocolo de un solo fármaco, cuyos detalles no se han hecho públicos por el momento. Este hecho podría facilitar la puesta de nuevo en marcha de las ejecuciones en California, según ha explicado Jeffrey Callison, portavoz del Departamento Penitenciario de California.