Actualizado 10/06/2009 17:57

Gen explica resultados de la quimioterapia en el cáncer de pecho

WASHINGTON (Reuters/EP) - Una serie de mutaciones genéticas pueden mostrar qué pacientes con cáncer de mama recibirán ayuda de cierto tipo de quimioterapia, informaron investigadores estadounidenses.

El equipo halló que las pacientes con dos versiones del SOD2 obtenían peores resultados que otras cuando recibían quimioterapia con el fármaco ciclofosfamida.

Esto sería útil para evaluar en las pacientes este gen antes de administrarles el medicamento, informaron los expertos en la revista Clinical Cancer Research.

"En el futuro, estas pruebas se podrían usar para guiar el tratamiento de pacientes con variación del SOD2, para asegurar que reciben una terapia que sea más efectiva (en ellos) que los tratamientos basados en la ciclofosfamida", señaló en un comunicado el doctor Stefan Ambs, del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, quien trabajó en el estudio.

Los investigadores estudiaron a 588 pacientes con cáncer de pecho en Estados Unidos y Noruega. Algunas recibieron quimioterapia y otros no.

De las pacientes que recibieron quimioterapia, aquellas que tenían variaciones del SOD2 fueron divididas en dos grupos. Las mujeres con una variación del SOD2 tenían más riesgo de muerte que otras. Y aquellas con una segunda mutación del gen presentaban el mayor riesgo de muerte en el estudio.

Luego, los autores dividieron a los grupos según los fármacos específicos de quimioterapia: doxorubicina, 5-fluorouracilo o ciclofosfamida.

La doxorubicina y la ciclofosfamida causan la muerte de células generando partículas cargadas llamadas especies reactivas del oxígeno.

El equipo halló que las mutaciones del SOD2 mostraban quiénes reaccionarían de la mejor manera específicamente a la ciclofosfamida. Las mujeres con una forma de variación diferente del SOD2 que recibían esa medicina como parte del régimen de quimioterapia eran las más propensas a morir.

El gen SOD2 produce una proteína que protege a las células del daño causado por las especies reactivas del oxígeno.

El estudio se suma a un creciente cuerpo de evidencia que apunta a formas de evaluar a los pacientes con cáncer para ver qué medicinas funcionarán mejor contra sus tumores específicos.