Actualizado 22/09/2009 13:23

El Gobierno 'de facto' extiende por segunda vez el toque de queda en Honduras tras el regreso de Zelaya

TEGUCIGALPA, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno 'de facto' hondureño encabezado por Roberto Micheletti, volvió a extender anoche (madrugada en España) el toque de queda en el país después de confirmarse el regreso del presidente derrocado Manuel Zelaya al país. El toque ha sido ampliado desde las 7.00 hora local (15.00 horas en la España peninsular) hasta las 18.00 horas local.

El Gobierno golpista justificó la extensión del toque de queda, previamente decretado entre las 16.00 horas del lunes hasta las 7.00 horas locales, "los acontecimientos ocurridos en las últimas horas" con el objetivo de "proteger la tranquilidad, la vida y los bienes de las personas", informó el propio Gobierno en la cadena de televisión y radio estatales.

Asimismo, advirtió de que "responsabiliza al señor Manuel Zelaya Rosales por cualquier disturbio, acto vandálico, provocación o desorden que protagonicen sus seguidores en cualquier lugar del territorio nacional".

"La Policía Nacional y las Fuerzas Armadas están prestas y listas para garantizar la seguridad de las personas y sus bienes en todo el territorio hondureño", aseguró el Gobierno 'de facto'.

El viceministro de Defensa, Gabo Jalil, recalcó que Zelaya debe responder ante la Justicia hondureña por sus actos, mientras que el viceministro de Seguridad, Mario Perdomo, adviritió de que Zelaya será detenido si sale de la Embajada brasileña en Tegucigalpa donde encontró refugio a su llegada al país. "Mel Zelaya pone un pie fuera de la embajada de Brasil y es capturado", recalcó.

El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas hondureñas, el comandante Romeo Vásquez Velásquez, aseguró por su parte que "incluso si el costo es la vida, garantizaremos la paz interna del país".

Las instrucciones en la institución armada hasta la tarde de ayer era mantener los soldados en las barracas y en las distintos comandos distribuidos en todo el país.

"De momento, las órdenes son permanecer en los batallones y en las barracas, cumpliendo las tareas constitucionales", explicó no obstante el portavoz del Ejército hondureño, Ramiro Archaga.

Cientos de simpatizantes de Zelaya salieron a las calles para festejar la llegada del mandatario depuesto, quien, de forma inesperada y discreta, llegó ayer a Tegucigalpa, la primera vez que logra entrar en Honduras tras dos intentos fallidos en meses recientes.

Mientras, los defensores del presidente expulsado por el golpe militar del 28 de junio se congregaron ante las instalaciones de la ONU y de la Embajada de Brasil, efectivos militares se desplegaron en las inmediaciones del edifico diplomático para dispersar a los manifestantes, mientras helicópteros del Ejército vigilaban desde el aire el acto improvisado.