Actualizado 13/05/2016 10:43

Gobierno venezolano achaca la violencia a un plan para resucitar las protestas de 2014

El ministro de Interior, Justicia y Paz de Venezuela, Gustavo González
REUTERS

CARACAS, 12 May. (EUROPA PRESS) -

   El ministro de Interior, Justicia y Paz de Venezuela, Gustavo González, ha afirmado que los enfrentamientos que se produjeron en la marcha opositora celebrada el miércoles en Caracas obedecen a un "plan de desestabilización" para resucitar las protestas de 2014.

   La Mesa de Unidad Democrática (MUD) convocó una marcha en las principales ciudades venezolanas hacia las sedes del Consejo Nacional Electoral (CNE) para exigir que cumpla los plazos para que se pueda celebrar el referéndum revocatorio contra Nicolás Maduro.

   En Caracas las fuerzas de seguridad cortaron el paso a los manifestantes, que intentaron seguir hacia el CNE por recorridos alternativos, a lo que los agentes respondieron con gases lacrimógenos y perdigones.

   "Queremos informar al país de que detectamos un plan desestabilizador impulsado por la derecha venezolana, que pretende reimpulsar el espiral de violencia que ejecutó en febrero de 2014 (...) con la intención de desplazar el Gobierno", ha dicho González en una rueda de prensa.

   Según el ministro, "las investigaciones han arrojado pruebas contundentes sobre la implicación de varios dirigentes políticos de la derecha en acciones para crear grupos violentos con el propósito de causar zozobra, elevar el terror y saltar las vías democráticas".

   El titular de Interior ha revelado que cuatro detenidos "han reconocido financiación de partidos políticos de derecha y su participación en guarimbas" (violencia callejera), de acuerdo con Noticias 24.

   González ha advertido de que "sea quienes sean se aplicará el peso de la ley para aquellos que intenten sumir al pueblo en la desesperanza y el terror". "No habrá impunidad para los violentos, aplicaremos la justicia con fuerza", ha subrayado.

   Las protestas impulsadas por la MUD en febrero de 2014 se prolongaron durante meses y se saldaron con 43 muertos, cientos de heridos y miles de detenidos, incluido el líder opositor Leopoldo López, que ha sido condenado a 14 años de cárcel como instigador de la violencia.