Publicado 03/04/2016 11:59

La "gran etapa" democrática iberoamericana y la decadencia del populismo

Barack Obama y Raúl Castro
CARLOS BARRIA / REUTERS

   MADRID, 3 Abr. (Notimérica) -

   Con motivo del 80 cumpleaños del escritor Mario Vargas Llosa, en la Casa América de Madrid se reunieron diversos políticos, escritores y periodistas, tanto iberoamericanos como españoles, para homenajear al Premio Nobel.

   Un acto que contó con la presencia de los expresidentes colombianos Andrés Pastrana y Álvaro Uribe, así como los exmandatarios Sebastián Piñera de Chile, el uruguayo Luis Alberto Lacalle, o los españoles José María Aznar y Felipe González, además del actual presidente, Mariano Rajoy.

   Los representantes iberoamericanos ofrecieron a los espectadores su visión de cómo se encuentra actualmente el continente y su evolución a lo largo de los años, así como una reflexión sobre la crisis latente en Brasil y la situación de Venezuela.

   Por su parte, un grupo de escritores y periodistas, a los que se unió el presidente de Atlas Network, Alex Chafuen, quien participaron en un breve coloquio titulado 'Democracia y populismo en Latinoamérica'.

   Los periodistas cubanos Carlos Alberto Montaner y Yoani Sánchez, junto con los escritores colombianos Pinilo Apuleyo Mendoza y Mauricio Rojas, además de Chafuen, fueron los participantes de esta mesa redonda.

   Montaner comenzaba la conferencia dando su visión sobre el concepto 'populismo', el cual ha sufrido una evolución negativa en los últimos años. Actualmente, dicho término tiene las "connotaciones negativas" que durante "la década de los 90" tenía la idea de "neoliberal".

   Cuando neoliberal se consideraba "un insulto", aquel que era populista era aquel luchaba por el pueblo y por "mejorar la sociedad prescindiendo de los políticos". Para el periodista, el populista aglutina 13 características esenciales.

   Estas son la "demagogia" ejercida con falsas promesas; el "proteccionismo" hacia las empresas, limitando cualquier posibilidad de "libre competencia"; el "clientelismo", referido a la "construcción de una clientela política" de la cual se convierte esclavo por sus falsas promesas.

   El populista, además, para ganarse el apoyo del pueblo y mantener esa clientela, lleva a cabo un "gasto público desmesurado" gastando lo que no se tiene y endeudándose de forma irresponsable.

   Todo ello "genera inflación", donde el cubano puso como ejemplo a Venezuela, el país "con mayor inflación del mundo". Este fenómeno supone la "destrucción del sistema económico y el empobrecimiento colectivo", así como lo que para según Montaner es la sexta característica: "la devaluación de la moneda". Además, para sostener todo el gasto público, el Gobierno lleva a cabo una "subida de impuestos"

   El siguiente rasgo populista sería "la corrupción", algo inevitable como consecuencia de un nulo "control de los ingresos" y de "unas instituciones podridas". De acuerdo al escritor, un gobierno populista es el marco perfecto para la corrupción. Pero antes, para perpetuarse en el poder, los populistas han "violado las reglas de la democracia"

   Como consecuencia de la corrupción, se produce un "contubernio inmoral entre empresas y políticos corruptos", quienes se benefician mutuamente.

   Por otra parte, hay "un debilitiamiento del poder judicial" que hace posible que el gobierno populista se mantenga en el poder. Con un fuerte sistema judicial, el populismo es una opción insostenible.

   Por último, Montaner destaca dos sentimientos comunes: un fuerte nacionalismo y un antiamericanismo, traducido en un profundo odio hacia Estados Unidos.

CASO CUBANO

   Tras la intervención de Montaner, la también periodista cubana Yaoni Sánchez contaba su experiencia como ciudadana de la isla caribeña y lo que supuso la llegada del populismo a Cuba, es decir, la llegada de Fidel Castro.

   El hombre que hizo creer a la sociedad "que se solucionarían todos los problemas" y que incluso llegó a "suplantar la identidad del pueblo cubano". Con ello, se refiere a los escritos realizados por el propio Fidel durante su mandato que aparecían firmados como "el pueblo cubano".

   Sin embargo, el envejecimiento y, por ende, el debilitamiento del que fuera presidente de la isla ha traído consigo la decadencia del populismo. Reflejo de ello, la llegada del mandatario estadounidense, Barack Obama, enemigo tradicional del régimen castrista.

   Estados Unidos siempre ha sido visto como "Golliat", mientras que Cuba era "David", de acuerdo a la periodista. El debilitamiento del castrismo y el realce de las relaciones diplomáticos entre Washington y la Habana, han demostrado que "el verdadero Golliat era el Gobierno cubano, mientras que David ha sido el pueblo".

   Por otra parte, "la digitalización" también ha contribuido a la pérdida de poder de Castro, quien siempre ha controlado los medios de comunicación. En la era en la que vivimos, resulta imposible controlar todo el acceso a la información así como la difusión de la misma.

ESPLENDOR DE IBEROAMÉRICA

   Al comienzo de su intervención, el historiador, político y escritor colombiano Mauricio Rojas destacó la gran etapa política que se vive en Iberoamérica, donde "nunca antes ha habido tantas democracias".

   "En 1975 apenas había cuatro democracias", explica. A día de hoy, los únicos países que viven bajo "la tiranía" son "Cuba, Venezuela y Haití", añade Rojas.

   La mayoría de Iberoamérica se encuentra sumergida en una etapa "predominantemente democrática y de gran estabilidad política", donde los golpes de estado de han convertido en "algo excepcional".

   Pero la situación de otros países --Venezuela, Bolivia y Argentina-- donde sigue latente el "populismo más agresivo", indica que hay que estar alerta y no caer en el exceso de confianza.