Actualizado 16/04/2008 09:52

Guatemala.- Guatemala confirma la captura del presunto numero dos de uno de los cárteles más importantes de México

CIUDAD DE GUATEMALA, 16 Abr. (Reuters/EP) -

El Ministerio de Gobernación de Guatemala confirmó ayer que la semana pasada fue capturado un sospechoso que podría ser el segundo al mando del violento grupo mexicano de sicarios del narcotráfico conocido como "Los Zetas," asociados al Cártel del Golfo.

El mexicano Daniel Pérez Rojas fue capturado el 9 de abril junto a otros cuatro individuos en un barrio de Ciudad de Guatemala, en relación con su supuesta participación en un tiroteo en marzo.

Las autoridades declararon que Pérez, buscado por Estados Unidos y México, se enfrenta a cargos por asociación ilícita, almacenamiento y comercio de estupefacientes, transporte ilegal de armas defensivas y ofensivas y asociación delictiva.

CAPTURA

El día de su captura, Pérez se hizo pasar por un ciudadano guatemalteco llamado Juan González Díaz, pero su identidad fue confirmada por personal de la Procuraduría General de la República (PGR) de México, informó el portavoz del ministerio de Gobernación del país centroamericano, Ricardo Gatica.

El portavoz agregó que "se han tomado las medidas necesarias para reforzar la vigilancia de estas personas". Pérez, un ex militar de élite mexicano apodado "Cachetes" según la PGR mexicana, está en la lista de los delincuentes más buscados de México y se asocia a Osiel Cárdenas Guillén, líder del Cártel del Golfo, encarcelado en Estados Unidos.

La captura de Pérez ocurrió después del decomiso de más de una tonelada de cocaína la semana pasada en Guatemala, asociada al Cártel del Golfo. Las autoridades guatemaltecas insistieron en que creen que los cárteles mexicanos están tratando de imponerse a los grupos locales en busca del control de las rutas del tráfico entre México y Centroamérica.

Algunos analistas del tráfico de drogas creen además que las operaciones del Ejército mexicano en contra de los cárteles, alrededor de la frontera entre México y Estados Unidos, está obligando a los capos del narco a buscar refugio en Centroamérica.