Actualizado 26/02/2007 14:41

Guatemala.- Rigoberta Menchú cree que en Guatemala hay una paz firme y duradera pero reconoce las "carencias" judiciales

La candidata presidencial valora la actuación de la Justicia española porque "ha enriquecido los sistemas legales de América Latina"


MADRID, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -

La candidata a la Presidencia de Guatemala Rigoberta Menchú considera que en su país se han asentado las bases y principios de una "paz firme y duradera" y que una guerra "no es aceptable", pero reconoció que el sistema legal se enfrenta a una gran cantidad de "carencias", sobre todo en lo que respecta a la falta de recursos.

En una entrevista concedida a RNE en Ciudad de Guatemala recogida por Europa Press, Menchú señaló que hay que evaluar la situación de su país con "mucha madurez porque continuamente" se ven cosas negativas, como la violencia callejera, las desigualdades sociales y el hambre, así como la escasa participación de los pueblos indígenas.

Sin embargo, recordó que "es necesario ver" que Guatemala también ha experimentado avances y que su desafío ahora es el proceso electoral que se inicia en los próximos meses y que culminará en los comicios presidenciales del próximo mes de septiembre. Menchú, premio Nobel de la Paz 1992 y premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 1998, se postula para la Jefatura del Estado con la coalición entre el Partido Encuentro por Guatemala (PEG) y el colectivo de líderes indígenas Winaq, impulsado por ella misma.

Para la candidata, la impunidad que puede haber todavía en su país se debe a la falta de recursos de la Justicia, pero también a los "muchos vicios de la influencia de los grupos paralelos, el crimen organizado, la corrupción, el narcotráfico, que son los males más peligrosos que debilitan el Estado".

"Ante estas fuerzas, todavía nuestras instituciones, como la policía nacional civil, son débiles, hay muchas almas perdidas en manos de personas particulares... Y el Congreso, es bastante reaccionario y no permite que el Ejecutivo cumpla los programas que promete", añadió la también embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO.

No obstante, Menchú consideró que el genocidio, la tortura, la desaparición forzada y el terrorismo de Estado no ha quedado "en la impunidad" y se ha situado en las "páginas de la historia guatemalteca", respecto a lo que desatacó la actuación de la Justicia española.

"Se han hecho investigaciones, hemos asumido nuestro dolor intensamente. Ahora le toca a las instituciones, le toca a la Justicia que esto no quede en la impunidad en materia de derecho. Ya hay órdenes de captura internacional, ya hay detenidos", subrayó.

ACTUACIÓN DE LA JUSTICIA ESPAÑOLA

La líder indígena remarcó que "el desafío está primero en los tribunales, en las extradiciones" y que ésta es "la espera larga" a la que se enfrenta Guatemala, "pero con más entusiasmo, más dignidad y con más satisfacción" de que los muertos "no quedaron tirados en los barrancos sin memoria".

En este sentido, destacó los "precedentes que ha sentado la Justicia universal en España ha venido a dignificar a las víctimas en todo el continente, ha enriquecido los sistemas legales en América Latina", pero también se refirió a la "extraordinaria relación" de España con las organizaciones guatemaltecas, la sociedad civil y el Estado, añadiendo que nuestro país "ha colaborado intensamente para que el Estado salga adelante".

Para Menchú, el premio Nobel de la Paz es "una gran tarea, una gran responsabilidad", así como una posibilidad de "plantear iniciativas", sobre todo en lo referente a los pueblos indígenas de su país, de los que dijo que sufren un "racismo tremendo" en Guatemala, que es "algo que lastima la mente, la piel" y que se siente" directamente.

Esta situación sólo cambiará, en su opinión, "si realmente se abren los espacios" para ello, pero es algo que tienen que desear todas las partes implicadas. "Yo no creo que los espacios se abran solos. Sin embargo, hay tiempos para todo. Esa civilización (indígena) es una motivación para nosotros, para tener nuestro proyecto propio. Tenemos que prepararnos para ocupar ese puesto que nos corresponde en la Historia", concluyó.