Actualizado 02/12/2015 09:10

Hace 33 años se realizaba el primer trasplante de un corazón artificial

Jarvik 7
WIKIPEDIA

MADRID, 2 Dic. (Notimérica) -

   Hace 33 años, en la Universidad de Utah, Estados Unidos, se produjo un hecho histórico en la medicina: el primer trasplante de un corazón artificial.

   El 2 de diciembre de 1982, en la institución médica de la universidad, el cirujano William DeVries insertaba el Jarvik 17, un corazón de aluminio y poliuretano, en el cuerpo de Barney Clark, un dentista de Seattle de 61 años que logró sobrevivir durante 112 días más.

   El invento, desarrollado por Robert Jarvik, un científico de la Universidad de Utah, estaba recubierto por un material favorecía la adherencia de la sangre y el recubrimiento de sus paredes internas con tejido vivo, lo que permitía se estableciera un flujo más natural de la sangre.

   Las efectos adversos no tardaron en llegar. Dos días después tuvo que ser intervenido para solucionar un problema pulmonar; el día 14 le tuvieron que reparar una válvula del corazón mecánico; otra operación fue llevada a cabo al mes siguiente, esta vez, para curar una hemorragia nasal.

   A pesar de todos los contratiempos, el objeto seguía funcionando y, por tanto, manteniéndole con vida. Sin embargo, a los 112 días de recibir el Jarvik, su 'corazón' dejó de latir, falleciendo el 23 de marzo de 1983 a los 62 años.

   La causa de la muerte se declaró como "colapso circulatorio y fallo del sistema multiorgánico secundario". Aunque su vida no se prolongó por mucho tiempo, el resultado fue mejor de lo esperado, pues el propio Clark reconoció a los médicos que no esperaba vivir mucho tiempo más con su nuevo corazón.

OTROS IMPLANTES

   Según la web 'jarvikheart', el segundo implante del Jarvik 7 tuvo lugar en 1985. Esta vez, era Bill Schroeder quien lo recibía en elHumana Heart Institute International en Louisville, Kentucky.

   El encargado de realizar la operación fue el mismo doctor que en el primer caso. Este segundo paciente sufrió un derrame cerebral a las dos semanas de la intervención que le dejó incapacitado para hablar. Sin embargo, a pesar del duro golpe, Schroeder aguantó 620 días con el Jarvik en su organismo.

    Otros tres pacientes recibieron el mismo corazón artificial durante el año siguiente. Dos más en Loisville y uno en Suecia. Uno moría a la semana de la operación a causa de una hemorragia; los otros dos aguantaron 10 y 14 meses.