Actualizado 24/05/2011 04:49

Haití.- La oposición garantiza que no bloqueará el nombramiento del primer ministro en el Parlamento


PUERTO PRÍNCIPE, 24 May. (Reuters/EP) -

El principal partido de la oposición, INITE, ha asegurado que no bloqueará el nombramiento de Daniel Gerard Rouzier como primer ministro en el Parlamento, siempre que cumpla los requisitos establecidos por la legislación haitiana para ocupar el cargo.

El líder de INITE, Joseph Lambert, ha indicado que, a pesar de que su grupo ostenta la mayoría parlamentaria, no bloqueará el nombramiento del 'premier', en un gesto de buena voluntad hacia el recién investido presidente, Michelle Martelly.

"Estamos dispuestos a darle una oportunidad al presidente para que cumpla su promesa de cambio", ha dicho Lambert, al tiempo que ha manifestado su disconformidad por que ningún miembro de su partido forme parte del Gabinete. "Desearíamos compartir las responsabilidades", ha subrayado.

Por su parte, Rouzier, un economista de 51 años que fue designado por Martelly el pasado viernes, se ha comprometido a materializar las promesas realizadas por este durante la campaña electoral, referidas a la mejora de la educación y el medio ambiente, la creación de puestos de trabajo y el fortalecimiento del Estado de Derecho.

"Mi papel es elaborar un programa económico que garantice el cumplimiento de esos cambios. Estamos identificando las fuentes que nos permitirán encontrar los fondos necesarios", ha dicho Rouzier en la televisión estatal.

En concreto, ha garantizado una lucha férrea contra el secuestro desde el ámbito judicial para erradicar este delito de las prácticas comunes del país, ya que su mujer fue capturada en 2005, aunque finalmente fue liberada sin haber sufrido daños.

"Esta es una oportunidad que Dios me ha dado para buscar los medios y fijar las condiciones de modo que lo que me ocurrió a mi no le vuelva a ocurrir a nadie más", ha indicado, en alusión a su experiencia personal.

Entre los principales retos del nuevo Gobierno se encuentran la reconstrucción del país, devastado por el terremoto del 12 de enero de 2010 que acabó con la vida de 300.000 haitianos, y la erradicación de la epidemia de cólera, por la que ya han muerto 5.234 personas.