Actualizado 07/11/2007 20:39

Honduras.- Honduras estudia extraditar a un ex ministro paraguayo del Interior, asilado tras la dictadura de Stroessner


TEGUCIGALPA, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -

El secretario general del Ministerio de Exteriores de Honduras, Juan Ramón Rivera, expresó ayer que la Corte Suprema de Justicia determinará si procede la extradición del ex ministro del Interior de Paraguay Sabino Augusto Montanaro, quien está asilado en Honduras desde 1989, después de que el Gobierno del dictador Alfredo Stroessner fuera derrocado.

Se espera que Paraguay solicite a las autoridades hondureñas la captura y extradición de Montanaro ya que está siendo juzgado en ese país por el secuestro del médico paraguayo Agustín Goiburú, dirigente de un movimiento político de oposición al ex dictador Stroessner, quien fue capturado por un comando conjunto de militares paraguayos y argentinos en la provincia de Entre Ríos y trasladado a Asunción donde murió tras ser sometido a torturas en 1977.

Juan Ramón Rivera manifestó que hasta la fecha no ha recibido ninguna petición oficial, pero que cuando llegue, la resolución final podría tardar unos tres meses en la Corte Suprema. Indicó Rivera que cualquier extradición llega por la vía diplomática al ministerio de Asuntos Exteriores quien remite el documento a la secretaría de Gobernación y después a la Corte Suprema. La petición "debe venir con una copia de la sentencia del juzgado de origen y bien documentada, para darle trámite en este país", añadió Rivera según informó el diario hondureño 'Tiempo Digital'.

"No tenemos un acuerdo de extradición con Paraguay, y como vivimos en un Estado de Derecho en este caso se aplicará la regla general, la cual consiste que el señor Montanaro debe ser escuchado y vencido en juicio en nuestro país sobre el delito que le imputan en su territorio y al final será la Corte Suprema de Justicia la que decidirá si procede o no la extradición, porque ellos conocerán el caso y tienen la última palabra", expuso Rivera.

Montanaro entró en Honduras a principios de 1989 y se le otorgó meses después la residencia como asilado político después de ser suspendido de su cargo tras un golpe militar. El ex ministro es uno de los personajes más temidos de la dictadura de Stroessner, en la que se estima que se cometieron más de 900 asesinatos políticos y ocurrieron miles de casos de torturas.