Actualizado 30/09/2009 03:57

Honduras.- El jefe de las Fuerzas Armadas hondureñas rebaja su responsabilidad en el golpe de Estado

TEGUCIGALPA, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, el general Romeo Vásquez Velázquez, negó este lunes que el Ejército haya tenido responsabilidad directa en la expulsión del poder del presidente depuesto Manuel Zelaya y subrayó que su institución está "subordinada" a las "fuerzas civiles".

El militar matizó, en una entrevista a Tele Sur, que lo ocurrido el pasado 28 de junio no se trató de un golpe militar, ya que de haber sido así sería él mismo quien ocuparía la Presidencia interina, hoy en manos del ex presidente del Congreso Roberto Micheletti. En este sentido, señaló que el Ejército se limita a cumplir órdenes de las autoridades civiles y a apoyar las decisiones de la Policía Nacional.

"Nosotros somos una institución subordinada a las fuerzas civiles. No podemos determinar lo que sucederá en el futuro pero seguro será algo bueno", expresó Vásquez Velázquez, quien defendió que "sí ha habido" avances en el diálogo entre Zelaya y el Gobierno 'de facto'. "Hemos tratado de buscar una ayuda para que la nación salga de la crisis en la que está", añadió.

Tras convertirse en una de las caras más visibles del golpe de Estado, el general indicó que, aunque los militares estén en la calle, no dirigen la operación. Se trata, apuntó, de un simple "mandato constitucional". "El problema de nosotros los militares no es ideológico, el problema es que nuestra institución tiene el mandato de velar por la ley; por eso nos vemos involucrados en un problema político que no es nuestro", lamentó.

ACCIONES CONTRA MANIFESTANTES

Vásquez Velázquez justificó las recientes acciones adoptadas contra los simpatizantes de Zelaya que se han congregado junto a la Embajada de Brasil, donde permanece refugiado desde hace más de una semana tras su inesperado regreso al país centroamericano. En su opinión, "ni la Policía Nacional ni las Fuerzas Armadas son generadoras de violencia sino de paz", por lo que pidió a los manifestantes que salgan "de forma pacífica".

Así, y aunque subrayó que la principal orden dada a los militares consiste en respetar los Derechos Humanos, reconoció que se han dado casos de abusos de autoridades. El general aseveró que "no se pueden manejar todas las variables" al tratarse de una acción "individual" que, si así se estipula, será juzgada por las autoridades competentes.

Por otra parte, negó a medias las denuncias de Zelaya en relación a la supuesta colocación de aparatos electrónicos que emitiesen sonidos para presionar a las personas que se encuentran en la Embajada brasileña. Sólo reconoció el uso de "armas no letales", si bien se contradijo al afirmar que este tipo de equipos habrían sido precisamente los denunciados por el mandatario derrocado.