LA PAZ (Reuters/EP) - En Honduras actualmente no manda un Gobierno de facto sino una "camarilla golpista" que debe ser juzgada por delitos contra la Constitución, dijo el jueves la canciller del derrocado presidente Manuel Zelaya, reflejando la postura firme que ha trabado una salida a la crisis política.
En una declaración que podría condicionar un diálogo convocado para el sábado entre el Gobierno derrocado y el régimen de facto encabezado por Roberto Micheletti, la canciller Patricia Rodas justificó la posibilidad de una insurrección popular contra los "golpistas".
"Un artículo constitucional que le costó a nuestro pueblo largas décadas de luchas nos manda a todos los hondureños y hondureñas a no obedecer a ningún gobierno que se implanta por la fuerza y contra la voluntad popular y por lo tanto nos obliga, nos llama y conduce hacia los procesos de resistencia y de insurrección", dijo.
Rodas hizo la declaración a reporteros durante una visita a La Paz horas después de reunirse con los presidentes de Bolivia, Ecuador, Paraguay y Venezuela, el vicepresidente de Cuba y los cancilleres de Argentina, Brasil y Chile, en el marco de una celebración histórica.
La canciller de Zelaya remarcó que "no existe gobierno en Honduras" y sostuvo que quienes tienen el poder actualmente en ese país "están en contra de la ley, están cometiendo actos criminales y todas sus decisiones son nulas y constituyen delito según la Constitución de la República".
"Ellos no gobiernan constitucionalmente, ni siquiera son un Gobierno de facto, porque no son un Gobierno, simplemente son una camarilla golpista que se sostiene por la fuerza de las armas y de la represión", agregó.
También insistió en un llamado a Estados Unidos a que sea más duro contra quienes derrocaron a Zelaya.