CARACAS, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
La ex ministra de Exteriores de Honduras, Patricia Rodas, alertó este viernes a la población sobre la posibilidad de que se incrementen los "actos de terror" en los días previos a las elecciones del 29 de noviembre, como parte de una estrategia del presidente interino, Roberto Micheletti, para presentar al Gobierno 'de facto' como único garante del orden público, después de que Micheletti anunciara su abandono temporal de la presidencia.
"Es un supuesto, pero no vaya a ser que se esté preparando algún acto de terror para aparecer después (Micheletti) como un mandador al orden de un desorden en el que él es parte", dijo Rodas durante la celebración en Caracas del primer Encuentro de Partidos Políticos de Izquierdas.
Asimismo, la ex ministra señaló que actualmente en Honduras hay una gran cantidad de paramilitares y sicarios, por lo que no descarta que durante las votaciones y en los días previos a éstas se produzcan "actos de terror", informó Telesur.
La funcionaria instó una vez más a la comunidad internacional a no reconocer los comicios e hizo un llamamiento especial a Panamá, invitándole a que no sea cómplice de un proceso "espúreo" que ya ha sido impugnado y anulado por el presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya.
"Ojo cancilleres, ojo presidentes, no sean cómplices de un crimen en mi país, llamamos a los gobiernos de la región y del mundo, a que se atienda el llamado a la bilateralidad, para que desconozcan un proceso comicial ilegítimo que sólo busca avalar el golpe de Estado", afirmó la funcionaria.
El mandatario 'de facto' anunció este jueves su intención de abandonar el cargo de presidente de Honduras de forma temporal entre el 25 de noviembre y el 2 de diciembre --fecha en la que el Congreso decidirá sobre la restitución de Zelaya-- para dar "un espacio de reflexión" a los hondureños de cara a los comicios.
Por su parte, el presidente derrocado calificó de "engaña bobos" la decisión de Micheletti y señaló que esta retirada evidencia que la presencia en el Gobierno del dirigente interino "es una mancha para la democracia" del país centroamericano.