Actualizado 17/10/2009 04:28

Honduras.- Rodas afirma que el diálogo queda "definitivamente roto" por la "intransigencia" del Gobierno interino


LA PAZ, 17 Oct. (Reuters/EP) -

Desde que se inició la cuarta ronda de diálogo en Honduras, se han barajado hipótesis de todo tipo respecto a si se habría alcanzado un preacuerdo o no entre las partes. Si a comienzos de semana eran los delegados de Zelaya los que avanzaban una postura común, que fue desmentida por el Gobierno interino, este viernes la canciller del Gobierno depuesto, Patricia Rodas, anunció que el proceso de diálogo había quedado "definitivamente roto" por la "intransigencia" del Gobierno interino a aceptar la restitución de Zelaya en el poder.

"Esta tarde, el proceso de diálogo iniciado por la Organización de Estados Americanos (OEA) a instancia de nuestros cancilleres ha sido definitivamente roto", declaró Rodas durante su intervención en la primera plenaria de una cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) en la ciudad boliviana de Cochabamba.

Rodas se pronunció sobre la cuestión este viernes mientras continuaba formalmente la mesa de diálogo en Honduras entre delegados del derrocado presidente Manuel Zelaya y del Gobierno 'de facto', sin que se vislumbrara un principio de acuerdo en cuanto al tema álgido de la restitución del depuesto gobernante.

"La intransigencia de la dictadura lo hizo fracasar en su parte medular, irrenunciable e inclaudicable para el presidente Zelaya, que es la restitución del presidente", agregó al proponer al encuentro una resolución de rechazo a las elecciones que pretenden realizar el Gobierno 'de facto' hondureño.

FRACASO "PREVISIBLE"

Rodas señaló que el fracaso del diálogo era "previsible" y que la postura del Gobierno instalado desde el 28 de junio en Tegucigalpa era "absolutamente inaceptable para el pueblo hondureño, una burla contra los esfuerzos patrióticos".

Los presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y de Bolivia, Evo Morales, respaldaron posteriormente la petición de Rodas de no reconocer los comicios que se celebrarán en el país centroamericano el próximo 29 de noviembre, que ya estaban programadas antes del golpe y que el Gobierno 'de facto' hondureño quiere llevar adelante.