NUEVA YORK, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
Honduras ha solicitado la cooperación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas "para la ejecución plena y sin más dilaciones" por parte de El Salvador del fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre isla Conejo, cuya soberanía reclaman ambos países.
A través de un comunicado, ha informado de que la ministra de Exteriores, Mireya Agüero, estuvo entre el 19 y el 21 de noviembre en la sede de la ONU para realizar "gestiones concernientes a la falta de cumplimiento por parte de El Salvador de dicha sentencia".
Tegucigalpa ha explicado que, "una vez dictada sentencia, si una parte se resiste a cumplir lo que le corresponde, la instancia internacional competente para conocer del asunto es el Consejo de Seguridad".
Agüero argumentó en la ONU que "han transcurrido 21 años sin que El Gobierno de El Salvador se avenga a negociar la proyección de los espacios marítimos de Honduras en el océano Pacífico a partir de la bocana de la Bahía de Fonseca, conforme a lo decidido por la CIJ".
Además, la jefa de la diplomacia hondureña advirtió de que "El Salvador desafía (el cumplimiento del fallo de La Haya), dando lugar a incidentes que podrían desencadenar un conflicto antihistórico" entre países vecinos.
"Honduras desea mantener relaciones pacíficas, fraternas y de amistad con sus vecinos, pero al mismo tiempo demanda de ellos que respeten los derechos que le han sido reconocidos por el principal órgano judicial de la ONU", subrayó.
EL CONFLICTO
Las tensiones se reavivaron a principios del mes de noviembre por la firma de un contrato de compra por parte de El Salvador a Chile de diez antiguos aviones de combate A-37 por ocho millones de dólares que se negociaba desde hacía tres años.
La ministra de Exteriores de Honduras consideró que esta compraventa era "una abierta amenaza para la implementación del fallo de la CIJ", de ahí la necesidad de solicitar el apoyo de Naciones Unidas "para prevenir un conflicto innecesario".
En respuesta, el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, acusó de "injerencista" a su homólogo hondureño, Porfirio Lobo, por pedir a la ONU que investigue la compra de aviones militares a Chile ante el temor de que San Salvador los quiera usar contra Tegucigalpa.
Si bien, la disputa territorial se remonta a 1992, cuando la CIJ se pronunció sobre los límites entre Honduras y El Salvador en el Golfo de Fonseca, concediendo a Tegucigalpa el control de las islas Meanguera, Meanguerita y El Tigre, el 70 por ciento de la zona.
El alto tribunal no se pronunció sobre isla Conejo, ubicada también en el Golfo de Fonseca, ya que su soberanía nunca había estado en disputa, por lo que El Salvador presentó un recurso, que finalmente fue rechazado por La Haya.
En octubre de 2012, Honduras ya solicitó la intervención del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para garantizar el cumplimiento del fallo de la CIJ tras una serie de incidentes navales con El Salvador y Nicaragua en el Golfo de Fonseca.