Actualizado 12/11/2009 22:42

Honduras.- La suspensión de la ayuda internacional profundiza la pobreza en Honduras

La ONU dice que la crisis económica afecta a 3,5 millones de niños en ese país


TEGUCIGALPA, 12 Nov. (Reuters/EP) -

La suspensión de la ayuda internacional a Honduras tras el golpe de Estado del pasado mes de junio, ha profundizado los niveles de pobreza en esa nación donde miles de personas están pasando hambre y no pueden conseguir medicinas para sus hijos enfermos, han advertido médicos y trabajadores de ayuda.

Comedores populares han comenzado a cerrar, las medicinas escasean y médicos extranjeros han cancelado sus viajes a Honduras, al tiempo que el financiamiento a pequeños negocios se ha suspendido, aumentando el desempleo.

El golpe del 28 de junio llevó a bancos de asistencia internacional, a la Unión Europea y al presidente de Venezuela, Hugo Chávez --un aliado del mandatario depuesto Manuel Zelaya--, a congelar programas de ayuda, justo en medio de la crisis económica mundial.

Honduras depende de unos 1.000 millones de dólares (672 millones de euros) al año en préstamos internacionales, ayuda humanitaria y combustible subsidiado de Venezuela para cubrir cerca del 20 por ciento de su presupuesto.

Estados Unidos aún le provee de ayuda humanitaria, pero la Unión Europea suspendió unos 97 millones de dólares (65,2 millones de euros) y el Banco Mundial detuvo 270 millones de dólares (181 millones de euros) en préstamos en julio tras el golpe. El Banco Interamericano de Desarrollo retuvo unos 50 millones de dólares (33,6 millones de euros).

La ministra de Finanzas de Zelaya, Rebeca Santos, dice que cerca de 450 millones de dólares (303 millones de euros) en créditos y asistencia están congelados.

NIÑOS AFECTADOS

Cerca de la mitad de los 7 millones de hondureños vive con menos de 2 dólares al día y Naciones Unidas afirma que la crisis política está afectando significativamente a los 3,5 millones de niños del país.

"No hay medicamentos para los parásitos en el estómago de mi niñito, no hay antibióticos, el doctor ni siquiera tiene jeringas", dijo Marlyn Cerrato mientras llevaba a su hijo de siete años a una clínica pública en un barrio pobre de Tegucigalpa.

La financiación europea de la clínica se redujo y los estantes de medicinas se han vaciado. Los médicos dicen que no pueden detener el contagio de dengue y gripe H1N1.

"Por lo menos 9 personas han muerto de dengue en Tegucigalpa porque no tenían acceso a medicinas. Estamos trabajando con nuestras manos", dijo la doctora María Isabel Villars.

El Gobierno 'de facto' de Roberto Micheletti, que asumió el poder tras la salida de Zelaya, niega que el sector salud haya sufrido graves impactos por la suspensión de la ayuda extranjera y dice que sólo los proyectos educativos han sido afectados.

La ex ministra Santos dijo en Ciudad de México que era inevitable el impacto, pues cerca del 70 por ciento del dinero para programas sociales viene del extranjero.

"El programa de inversión pública después del golpe está paralizado. Son programas que están focalizados en los sectores más vulnerables del país", señaló en entrevista telefónica.

SUFRIENDO POR ZELAYA

Decenas de comedores populares que daban comidas diarias han cerrado en los barrios más pobres de Tegucigalpa, mientras decenas de poblaciones con viviendas chozas de madera y lámina de metal no tienen drenajes apropiados, al tiempo que las pandillas mantienen el control del territorio.

"Niños malnutridos han empezado a venir buscando comida y hacemos nuestro mayor esfuerzo para alimentarlos", dijo Lucila García, una cocinera en uno de los pocos comedores que siguen abiertos y que se financia con fondos franceses transferidos antes del golpe.

Trabajadores de ayuda dicen que la suspensión de la ayuda está golpeado a los más vulnerables en uno de los países más pobres del continente. La suspensión es parte de la presión internacional para que Micheletti restituya a Zelaya.

García, quien apoya a Zelaya, está de acuerdo con las sanciones pero dice que mantendrá abierto su comedor, celebrando rifas para reunir dinero. "Estamos sufriendo, pero es nuestro sacrificio por 'Mel' (como se le llama a Zelaya)", afirmó.

Pocos esperan que la ayuda retorne rápidamente incluso si las elecciones presidenciales del 29 de noviembre resuelven la crisis política, pues muchos entes locales no han podido convencer a sus donantes foráneos de que envíen más fondos para el 2010.

Programas de financiación a microempresarios que se sostenían con fondos europeos también están colapsando, pues algunos de los beneficiarios no han podido pagar sus créditos.