Actualizado 26/01/2010 14:11

Honduras.- Zelaya evita dar detalles sobre su salida de Honduras el miércoles porque lo gestiona el Gobierno entrante

El Congreso todavía debe pronunciarse sobre una amnistía general para delitos políticos


TEGUCIGALPA, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -

El presidente derrocado hondureño Manuel Zelaya evitó dar detalles sobre su salida del país centroamericano, prevista para este miércoles, coincidiendo con la investidura del nuevo Gobierno que estará encabezado por el líder del Partido Nacional, Porfirio Lobo, al esgrimir que su salida la están gestionando conjuntamente el Gobierno entrante con los países centroamericanos.

"No tengo detalles porque eso lo está manejando el Gobierno entrante, que es el que ha asumido un compromiso con los gobiernos de Centroamérica", explicó este lunes el mandatario depuesto en declaraciones a la emisora Radio Globo.

Lobo llegó a un acuerdo la semana pasada con el presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, para que el presidente electo, una vez investido, le garantizara a Zelaya un salvoconducto para garantizar su salida segura del país en compañía del mandatario dominicano.

En cualquier caso, el mandatario derrocado confirmó que su intención de abandonar el país responde al objetivo de "que se implemente el proceso de la justicia hondureña y poder regresar". "Aquí mientras los jueces y magistrados sean adversarios políticos, que lo que están es inmiscuidos en algún complot contra el Estado de derecho. (Si) no hay justicia, entonces no me puedo someter a una justicia que no existe", apostilló.

Zelaya permanece refugiado en la Embajada brasileña en Tegucigalpa desde el pasado 21 de septiembre cuando regresó al país, tras ser derrocado en el golpe de Estado del 28 de junio.

El Congreso rechazó el pasado 2 de diciembre, tres días después de los comicios generales que dieron la victoria a Lobo, aceptar la vuelta al poder de Zelaya hasta que cumpliera su mandato constitucional el 27 de enero, una decisión que ambas partes en liza acordaron dejar en manos del Legislativo en el marco de un acuerdo para llegar a una salida a la crisis derivada del golpe. El acuerdo también preveía la constitución de un Gobierno de unidad nacional y la celebración de los comicios generales el 29 de noviembre.

Sin embargo, la comunidad internacional todavía se encuentra dividida ante el hecho de reconocer al Gobierno entrante salido de unos comicios celebrados bajo un Gobierno que llegó al poder en un golpe de Estado.

Además, el Congreso todavía tiene que pronunciarse sobre la posibilidad de conceder una amnistía general para los actores implicados y afectados por el golpe de Estado que hayan cometido delitos de naturaleza política, algo que beneficiaría tanto a Zelaya --acusado de traición y sedición por querer convocar un referéndum para modificar la Constitución del país para permitir la reelección presidencial-- como a la cúpula militar hondureña --imputada por abuso de poder por expulsar a la fuerza a Zelaya del país en un golpe de Estado--.