Actualizado 12/03/2007 18:44

Iberoam.- González y Zedillo abogan por el respeto a los gobiernos y el impulso económico para modernizar América Latina

Destacan la falta de una estrategia de Estados Unidos en América Latina, región que ha ido perdiendo importancia para Washington


MADRID, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los ex presidentes de España y México Felipe González y Ernesto Zedillo, respectivamente, consideraron hoy que los gobiernos de América Latina tienen que impulsar y desarrollar el sistema económico de sus países para que la población recupere la confianza en la democracia y, por tanto, los regímenes políticos democráticos y el Estado de Derecho se vean afianzados.

Así lo manifestaron durante los 'Diálogos sobre Derechos Humanos y seguridad jurídica en Iberoamérica', organizados por la Obra Social La Caixa y conducidos por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, en los que aseguraron que la debilidad institucional y la falta de lealtad a la democracia en la región es uno de los efectos de la debilidad económica.

En opinión de González, en Latinoamérica hay "un sentimiento de fracaso en el desempeño de los gobiernos", mientras que Zedillo lo calificó como "desilusión" por parte de los ciudadanos hacia los Estados, pues "no ha habido un despegue definitivo" de la región, donde, según el ex mandatario mexicano, se continúan "debatiendo cosas que ya no se tratan en otras regiones de países emergentes".

"Es un debate que impide acordar cosas fundamentales como el Estado de Derecho, tema fundamental en América Latina y que lleva al desarrollo económico", indicó.

Sin embargo, González destacó que "no es previsible" que se produzca una crisis en el "sistema de elección de los gobernantes" en esta región, pues no hay "una amenaza grave", aunque subrayó que esto "no quiere decir" que la democracia esté "consolidada". "La democracia no garantiza el buen gobierno, sino que significa que podemos echar al gobierno que no nos gusta", explicó.

IMPREVISIBILIDAD Y MODERNIZACIÓN

Para el ex presidente español, no podrá haber un proceso de "modernización" en Latinoamérica mientras el "índice de imprevisibilidad" de los gobiernos continúe siendo alto, ya que, a su juicio, el hecho de que "dependa de una voluntad no previsible hace que los gobiernos no sean eficientes".

Respecto a la cooperación entre los estados iberoamericanos, González abogó por, poniendo como ejemplo la Unión Europea, construir una alianza "con un escrupuloso respeto al color de los gobiernos" así como partir de lo "común para crear un espacio público compartido" y no fijándose en el "color de cada gobernante".

En este mismo sentido se pronunció el ex presidente Zedillo, quien no cree que los gobiernos de izquierdas y de derechas estuvieran en desacuerdo con las reformas institucionales a emprender para fortalecer el Estado, una de los factores que, según opinó, caracterizan a la región latinoamericana.

A su juicio, el Estado debe adquirir el monopolio legal de la fuerza para hacer frente a los factores desestabilizadores, al tiempo que debe tener la capacidad de adjudicarse los recursos de la sociedad para entregar los bienes públicos esenciales, algo en lo que estuvo de acuerdo Felipe González, quien señaló que en lo que respecta a política social, "difícilmente puede haber desacuerdo entre la izquierda y la derecha".

RELACIÓN CON ESTADOS UNIDOS

Los dos ex presidentes también abordaron la relación entre Estados Unidos y América Latina, concretamente durante la Administración de George W. Bush, respecto a lo que coincidieron en destacar la falta de una estrategia definida por parte de Washington.

Refiriéndose a la gira de Bush esta semana por cinco países iberoamericanos --Brasil, Uruguay, Colombia, Guatemala y México--, Zedillo afirmó que "siempre será bienvenido un esfuerzo de Estados Unidos para entender mejor a América Latina, mejor tarde que nunca", pero señaló que "habría sido mejor" que este viaje del mandatario norteamericano "se hubiera tomado antes".

En el caso de México y el problema de la migración, indicó que Bush "ha tenido las ideas correctas", pero consideró que "tiene que resolverse con una decisión de Estados Unidos de abordar la legalización de inmigrantes". No obstante, dudó acerca de si esta gira por Latinoamérica ayudará a la resolución del problema, aunque indicó que "puede que haya una oportunidad con el nuevo Congreso" estadounidense, dominado por los demócratas.

Para González, América Latina perdió importancia en las políticas de Washington desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 porque "ahí no está la amenaza" para el país norteamericano, pero también aclaró que antes del gobierno de Bush "tampoco había una estrategia" concreta sobre la región.