PLAYA DEL CARMEN (MÉXICO), 23 Feb. (Reuters/EP) -
El presidente saliente de Costa Rica y premio Nóbel de la Paz, Óscar Arias, reprochó este martes a sus colegas del Grupo de Río la carrera armamentística que han emprendido que les obliga a invertir miles de millones de dólares en equipamiento militar en detrimento del gasto social para frenar el hambre.
"La deuda con la paz es la más vergonzosa porque demuestra la amnesia de una región que alimenta el retorno de una carrera armamentística dirigida en muchos casos a combatir fantasmas y espejismos. Con qué derecho se queja América Latina de su pobreza si gasta al año casi 60.000 millones de dólares (44.376 millones de euros) en armas y soldados", dijo Arias durante su intervención en la cumbre que estos días se celebra en la ciudad mexicana de Cancún.
En este sentido, el mandatario costarricense recordó a sus homólogos de América Latina y del Caribe que cometen una "irresponsabilidad" al invertir tal cantidad de recursos en equipamientos militares que sólo contribuyen a desestabilizar la región y que podrían destinarse a satisfacer las necesidades más urgentes de sus ciudadanos.
"En la gran mayoría de nuestras naciones un mayor gasto militar es inexcusable ante las necesidades de pueblos cuyos verdaderos enemigos son el hambre, la enfermedad, el analfabetismo, la desigualdad, la criminalidad y la degradación del medio ambiente", sostuvo Arias.
No obstante, el dirigente centroamericano justificó el gasto bélico de aquellos países que se enfrentan en la actualidad a graves problemas internos, como es el caso de Colombia que desde hace ya más de medio siglo está inmerso en una lucha contra varias guerrillas y grupos paramilitares.
En un tono más conciliador, Arias aprovechó su intervención para despedirse de sus colegas en lo que para él es la última cumbre ya que la presidenta electa de Costa Rica, Laura Chinchilla, triunfadora de las elecciones del pasado 7 de febrero, tomará posesión del cargo el próximo 11 de mayo.
El costarricense se retirará de la política tras 40 años de ejercicio en los que ha hecho de su país uno de los más estables de Centroamérica y cuya gestión como mediador de varios conflictos en el hemisferio le valió el Premio Nóbel de la Paz y el reconocimiento de sus vecinos.
COMPRA DE ARMAMENTO
En los últimos años varios países del subcontinente han iniciado una campaña de compra de armamento a países europeos con el fin de renovar sus viejos equipos militares y aumentar así su capacidad disuasoria frente a posibles agresiones externas, especialmente en el caso de aquellos países que mantienen disputas diplomáticas con sus vecinos.
En 2009 Venezuela anunció la firma de un acuerdo con Rusia para financiar la compra de armamento por unos 2.200 millones de dólares (1.627 millones de euros). En el mismo ejercicio Brasil confirmó la adquisición de varios aviones de combate a Francia, ejemplo que han seguido Ecuador y Bolivia que también han fortalecido su flota aérea.
Por su parte, Perú está pendiente de cerrar la operación por la que comprará tanques de guerra a China, mientras que Chile ha anunciado su intención de adquirir misiles y radares a Estados Unidos por unos 650 millones de dólares (481 millones de euros).
Asimismo, Colombia incrementó en los últimos años su presupuesto militar con el argumento para aumentar la capacidad de su Ejército para combatir a las Fuerzas Revolucionarias Armadas de Colombia (FARC) y a los grupos terroristas.