Actualizado 14/12/2009 02:27

Iberoam.- Los países del ALBA refuerzan su alianza contra la "ofensiva hegemónica" de Estados Unidos en la zona

LA HABANA (Reuters/EP)

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y sus aliados políticos izquierdistas latinoamericanos se comprometieron este domingo durante la cumbre de la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), que está teniendo lugar este fin de semana en La Habana, a reforzar su alianza contra Estados Unidos, al que consideran su enemigo común por querer reconquistar lo que ellos creen que Estados Unidos considera "su patio trasero" y emprender una "ofensiva hegemónica" en la zona.

Los líderes políticos reunidos en La Habana afirmaron que el ALBA, creada contra las políticas de libre comercio desarrolladas por Estados Unidos y que tuvo su origen durante el mandato del anterior inquilino de la Casa Blanca, George W. Bush, mantiene su vigencia bajo la presidencia de Barack Obama.

"Los tiempos que vivimos reflejan que en América Latina se agudiza el enfrentamiento entre dos fuerzas históricas", dijo el presidente cubano, Raúl Castro, al inaugurar la reunión del ALBA en La Habana que terminará el lunes. "De un lado, un modelo político y económico (...) heredero del colonialismo y el neocolonialismo, subordinado a los intereses del imperio (en referencia a Estados Unidos). Del lado opuesto, el avance de las fuerzas políticas revolucionarias y progresistas" (en referencia a los países del ALBA), añadió.

Castro puso como ejemplo el acuerdo alcanzado por Washington y Bogotá para el despliegue de militares norteamericanos en Colombia, hecho que describió como una "ofensiva hegemónica" de Obama contra los Gobiernos de América Latina.

Chávez, por su parte, criticó la reciente advertencia de la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, de que estrechar relaciones con Irán era una "muy mala idea" para los países de América Latina.

"Es una abierta amenaza", dijo el líder venezolano, cercano al Gobierno iraní de Mahmud Ahmadineyad. "Son los signos evidentes de una ofensiva imperial que trata de frenar el avance de las fuerzas progresistas y recuperar su patio trasero. Y ante eso, nosotros, así lo hemos acordado hoy, debemos fortalecer el ALBA y acelerar desde todos los puntos de vista, económico, político", añadió.

El llamamiento a profundizar los lazos económicos se produjo mientras la mayoría de los países del ALBA, comenzando por su precursor y principal financiador, Venezuela, están en recesión o se enfrentan a problemas de liquidez. La cumbre de La Habana, donde participa también el presidente boliviano Evo Morales y el nicaragüense Daniel Ortega, fijará la postura del bloque para la conferencia de Naciones Unidas sobre cambio climático que tiene lugar en Copenhague.

Los líderes del ALBA, además, afirmaron que la falta de compromiso de Estados Unidos torpedeó el ansiado acuerdo sobre reducción de las emisiones de los gases de efecto invernadero.

UNIDOS ANTE LA CRISIS

Raúl Castro dijo que la complementariedad económica entre los socios del ALBA permitiría amortiguar el impacto de una crisis global que, según dijo, está todavía lejos del final. "Unidos estaremos en mejores condiciones de enfrentar la crisis, aprovechando las potencialidades que nos ofrece el mercado de los países del ALBA", afirmó.

Venezuela, cuya economía representa un 70 por ciento del ALBA, ha usado su riqueza petrolera para financiar programas de salud pública y alfabetización que beneficiaron a millones de pobres en sus países aliados.

Sus críticos acusan a Chávez de repartir petróleo barato para afianzar su influencia en una región polarizada frente a Estados Unidos. Sus partidarios dicen, sin embargo, que por primera vez en siglos, América Latina usa su riqueza natural en beneficio de los pueblos.

El ALBA aumentó su influencia en los últimos años a medida que más países de América Latina eligieron gobiernos de izquierda. Hoy la integran Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Ecuador, Nicaragua, San Vicente y Granadinas y la propia Venezuela. Honduras integraba el bloque hasta el derrocamiento en junio en un golpe militar del presidente Manuel Zelaya, aunque este país estuvo representado este fin de semana en La Habana por su canciller, Patricia Rodas.

Por otro lado, Raúl Castro dijo que su hermano Fidel, apartado del poder desde que enfermó en julio del 2006, está "siguiendo atentamente" la reunión del ALBA.