Actualizado 26/04/2008 04:44

Iberoamérica.- Aznar advierte del riesgo que corre Iberoamérica por la división entre la democracia y la inestabilidad

CIUDAD DE MÉXICO, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -

El ex presidente de España, José María Aznar, aseguró ayer que América Latina tiene un "riesgo político" generado por la división entre países que siguen el camino de la inestabilidad institucional y los que buscan la democracia, informó la emisora local W Radio.

En el marco de Expo Canitec 2008, Aznar declaró que "Latinoamérica tiene un riesgo político en este momento, es el riesgo de la división entre los países que siguen el populismo, el autoritarismo, las recetas del pasado, y otros países que buscan instituciones sólidas y democráticas, del Estado de derecho y reglas claras".

El ex mandatario expuso que la peor crisis económica es la generada por una inestabilidad institucional y la inseguridad jurídica, ya que puede abrir una brecha que tal vez sea imposible cerrar de cara a un mundo globalizado.

Por su parte, agregó, los países que eligen tener instituciones fuertes tienen garantizado el crecimiento y la confianza, un concepto básico en la vida política, "pero tienen que seguir ese camino y existe el riesgo grave de la división", reconoció Aznar.

Asimismo, dijo que en una economía libre la competencia es absolutamente básica para gozar de un ambiente de respeto por las reglas y criterios de transparencia, lo cual atrae inversiones, genera empleos y oportunidades para sus habitantes al darles capacidad de elección.

Aznar comentó que uno de los errores que cometieron algunos países en los años 90 es olvidar que un monopolio privado y uno público son iguales ya que desde el punto de vista económico no tiene sentido pasar de una figura a otra pues las reglas no cambian.

"Lo que cambia son los gestores del monopolio, la privatización de lo público debe ser al consecuencia de la liberalización del sector", ello genera que los entes económicos estén sujetos a reglas que incentivan la competencia.

Por otra parte, indicó que España pasó de 900.000 teléfonos móviles en 1996 a 32 millones en 2004 como producto de la liberalización del sector de las telecomunicaciones. "Un sector que de pronto pasa de significar un uno por ciento de la riqueza nacional a casi 10 por ciento, representa más innovación, tecnología, oportunidades, empleos, oportunidades para la gente y más libertad", expresó.