Actualizado 19/12/2006 08:25

Iberoamérica.- El secretario general de la OEA describe las características del 'embajador perfecto' de EEUU


WASHINGTON, 19 Dic. (EP/AP) -

José Miguel Insulza, como secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), tiene que acoger a los embajadores que nombren los gobiernos, pero en una inusual intervención expuso ayer, lunes, las características que, según él, tendría un embajador perfecto de Washington.

"La tarea más difícil en la OEA no es de orden ejecutivo", aseguró. "Es la de representar a Estados Unidos". Insulza formuló sus comentarios en una sesión de embajadores, la última del año y que sirvió para despedir al embajador estadounidense John Maisto después de más de tres años en ese cargo.

Maisto fue en realidad el único embajador que ha conocido Insulza en la OEA desde que el político chileno asumió sus funciones de secretario general hace 19 meses.

Su candidatura al cargo no fue inicialmente apoyada por Estados Unidos, pero éste expresó sus simpatías por Insulza después de 17 votaciones de empate con el entonces canciller mexicano Luis Ernesto Derbez.

Según Insulza, el primer requisito para un embajador de Estados Unidos ante la OEA es que "debe conocer a fondo la región". Además, dijo que cualquier otro embajador puede no saber lo que pasa en un país, ni siquiera el nombre de su presidente, pero "en el caso del embajador de Estados Unidos cualquier ignorancia puede ser tomada como una ofensa".

El embajador de Washington debe también "tener posiciones muy claras porque se espera de una potencia como Estados Unidos claridad y no que participe en un debate con posiciones ambiguas, poco concretas o poco delineadas".

"Pero debe ser prudente siempre, para no aparecer imponiendo o intentando imponer una postura de manera unilateral", indicó. "Debe ser respetuoso, sin olvidar jamás que en esta organización somos todos iguales".

El embajador de Estados Unidos, como representante del principal país contribuyente de la organización, necesita también "ser estricto para que nadie cometa impropiedades con el dinero".

"Pero igualmente tiene que ser constructivo, porque es el país sede de la organización y un buen diplomático que le permita negociar y mantener buenas relaciones con todos los miembros, más allá de que algunos digan de su país cosas que en el caso de algunos de nosotros significaría una protesta o levantar la voz".

Según Insulza, el embajador debe también "contener sus emociones pero nunca ocultarlas, lo cual significa que debe tener fuerza de voluntad y sentido del humor". "Por último -apuntó- tiene que amar su trabajo y la región en la cual le ha tocado trabajar".

Afirmó que Maisto reunía esas características y que nunca se había sentido presionado, ni forzado, ni atacado, ni condicionado por el diplomático saliente sino que había recibido más bien de su parte "colaboración, voluntad de entendimiento y buen consejo".