BRASILIA, 14 Dic. (Notimérica) -
Este martes, el Senado de Brasil aprobó de manera definitiva el proyecto de ley presentado por el Gobierno de Michel Temer para limitar el aumento del gasto público durante los próximos veinte años. La reforma entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2017.
Como consecuencia, cerca de 2.000 manifestantes, según la Policía Militar, salieron a las calles de Brasilia para mostrar su rechazo a la llamada Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC). Algunos de ellos, incluso, quemaron un autobús y varios vehículos en las proximidades de la Biblioteca Nacional, lo que provocó que las autoridades lanzaran gas pimienta y detuvieran a 40 personas.
En Sao Paulo, entretanto, la protesta congregó a más de 4.000 personas, según el fente popular 'Povo Sem Medo'. Aunque comenzó de manera pacífica, un grupo terminó lanzando objetos contra el edificio de la Fedración de las Industrias del Estado de Sao Paulo, provocando daños considerables.
En total, según el portal 'Sputnik news', se registraron manifestaciones en al menos 15 ciudades brasileñas, entre las que destacan las mencionadas y Río de Janeiro, Salvador, Recife, Fortaleza y Cuiabá.
A pesar de que la mayoría de brasileños, e incluso varios expertos de Naciones Unidas (ONU) han criticado la reforma, el Senado la aprobó con 53 votos a favor y 16 en contra.
La oposición ya avanzó que impugnará la PEC ante el Tribunal Supremo Federal (STF). "Es inconstitucional", sostuvo el senador del Partido de los Trabajadores (PT) Humberto Costa. "Interfiere en otros poderes (...) y viola el artículo constitucional que prohíbe que los derechos sociales sufran una regresión", detalló.
A esto se suman los resultados de un sondeo realizado por 'Datafolha' y publicado el martes, donde se señaló que un 60 por ciento de los brasileños rechaza la PEC. Este demostró también que la oposición es más fuerte entre los jóvenes, las rentas medias y bajas y la población cualificada.
