CIUDAD DE GUATEMALA, 17 Jun. (Notimérica) -
El expresidente de Guatemala Otto Pérez Molina, se ha visto salpicado, una vez más, por una trama de corrupción, después de que este viernes fuera imputado formalmente por los cargos de asociación ilícita, cohecho pasivo, lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
Más de un año después de que saliera a la luz la trama de corrupción aduanera 'La Línea', el exjefe de Estado ha sido acusado de dirigir una estructura criminal, que habría saqueado el Estado entre los años 2012 y 2015, según ha destacado 'CNN'.
La red, que ha sido denominada como 'Cooptación del Estado', estaría integrada por más de un centenar de personas, aunque por el momento han sido procesadas unas 70, entre las que se incluyen los exministros de Gobernación, Defensa, Comunicaciones y Energía.
Pérez Molina ha sido acusado de administrar cerca de 38 millones de dólares en comisiones ilícitas cobradas a contratistas estatales, tal y como ha revelado la Fiscalía Especial contra la Impunidad, que ha apuntado también a la exvicepresidenta, Roxana Baldetti como implicada.
La empresa Terminal de Contenedores Quetzal habría pagado una comisión ilícita por esa cantidad con el objetivo de conseguir el contrato estatal. Tanto Pérez Molina como Baldetti están siendo procesados por el caso de 'La Línea' y han negado las acusaciones.
Según la Fiscalía, ambos políticos habrían cobrado cantidades millonarias para su uso personal, aunque también para financiar la campaña del Partido Patriota (PP), prácticamente extinto después del encarcelamiento del exmandatario.
"Y una vez ganaron la elección, la organización respondió a los compromisos de la campaña y pagaron los contratos que debía el Estado", ha señalado el fiscal Julio Patrdo, en declaraciones recogidas por 'BBC Mundo'.
El guatemalteco habría gastado al menos 4,3 millones de dólares en regalos, que incluían casas, automóviles, lanchas e, incluso, un helicóptero. Esta red de corrupción habría operado hasta abril de 2015, mes en el que estalló el caso 'La Línea'.