Por Andrew Stern
CHICAGO (Reuters/EP) - El clima es el apropiado para que las industrias de Estados Unidos reduzcan su consumo de energía, ante los miles de millones de dólares en incentivos por parte del Gobierno y mandatos que alentarían los esfuerzos por revitalizar las fábricas con un fuerte uso energético.
El paquete de estímulo federal de 787.000 millones de dólares contempla unos 60.000 millones de dólares en subsidios e incentivos que buscan recortar el uso de energía.
Además, 19 estados ya adoptaron mandatos que alientan a las compañías de electricidad a hallar y financiar formas de ahorro de energía para sus clientes.
Esos mandatos apuntan a reducir la demanda eléctrica para que las compañías del rubro no tengan que construir más plantas costosas. Las empresas también tendrán la oportunidad de ganar bonos de carbono que luego pueden vender bajo un anticipado sistema federal para transarlos.
El Congreso definiría las normas para las emisiones antes de la promulgar la ley, lo que le permitiría a las firmas obtener esos bonos ahora.
Pero expertos y consultores energéticos dijeron que algunos ejecutivos de las industrias, que representa una tercera parte de la demanda de energía de Estados Unidos, no comenzarían a ahorrar hasta que no mejore la economía.
Por el momento, las compañías puede ahorrar dinero mientras sus plantas operan por debajo de su capacidad, explicaron analistas.
"Cuando el dinero es lo que prima y los tiempos son difíciles, las ganancias deben estar ahí", afirmó John Rowe, presidente de la eléctrica Exelon Corp, quien codirigió un panel que recomendó cambios en la política energética en un informe para el Chicago Council con Global Affairs.
"Las dificultades económicas que tenemos en este momento sólo refuerzan la necesidad de la eficiencia", coincidió John Livingston de la consultora McKinsey & Co.
Expertos en energía dijeron que los incentivos del Gobierno para reducir el consumo de energía ya están disponibles.
"Fundamentalmente hay tres maneras de lograr una mayor eficiencia energética", indicó Rowe. "Una es lograrla mediante la publicidad y la persuasión. Otra, es forzarla con regulaciones más estrictas y la tercera es inducirla con precios más altos de la energía", explicó.
La Administración de Información de Energía de Estados Unidos prevé que la demanda energética, que actualmente promedia unos 11.000 millones de kilovatios-hora por día, aumente cerca de un 1 por ciento por año.
El precio de la electricidad, que según la agencia ha subido en los últimos años, se estabilizaría en torno a los 9 centavos de dólar el kilovatio-hora durante unos años antes de trepar en forma sostenida después del 2015.
Muchos fabricantes de Estados Unidos son poco conscientes de cuánta energía consumen los elementos de sus empresas, o de cuánto podrían ahorrar, dijeron consultores energéticos.
La eficiencia energética suele quedar rezagada frente a las fuentes de energía renovable como la solar y la eólica, que siempre dan a las compañías la codiciada imagen "verde".
Pero el ahorro de energía es visto cada vez más como un elemento intercambiable con las nuevas fuentes de energía y a la eficiencia se le dio la misma importancia que a la energía renovable en la ley sobre el clima que actualmente evalúa el Congreso de Estados Unidos.