Actualizado 03/03/2010 21:43

Irán.- Clinton intenta convencer a Brasil de que "nuevas sanciones" contra Irán le obligarán a "cambiar su postura"

El canciller brasileño disiente de Clinton sobre las sanciones a Irán al considerar que éstas son contraproducentes


BRASILIA, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -

La secretaria de Estado, Hillary Clinton, trasladó este miércoles a su homólogo brasileño, Celso Amorim, que la imposición de "nuevas sanciones" contra Irán obligarán al régimen de los ayatolás a "cambiar su postura y retomar las negociaciones" con la comunidad internacional sobre su programa nuclear.

"Honestamente, después de aplicar las nuevas sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Irán va a cambiar su postura y retomar las negociaciones para un acuerdo", insistió Clinton en su encuentro con Amorim, en la sede del Ministerio de Exteriores en Brasilia, informó la agencia Estado.

Clinton insistió en que la puerta al diálogo con Irán "está abierta". "Pero necesitan estar abiertas las puertas de los dos lados", insistió la jefa de la diplomacia estadounidense.

Su homólogo brasileño sin embargo disentió de Clinton al sostener que la aplicación de nuevas sanciones a Irán tendrán un efecto contraproducente, a pesar de reconocer que cada día la situación se vuelve más difícil para lograr una salida negociada al contencioso nuclear con Irán, según la agencia brasileña.

Horas antes del encuentro previsto esta tarde entre el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y Clinton, Lula dejó claro esta mañana que Irán tiene derecho a desarrollar un programa nuclear pacífico.

"No es prudente arrinconar a Irán contra la pared. Es preciso establecer negociaciones con este país. Quiero para Irán lo mismo que quiero para Brasil: el uso de la energía nuclear para fines pacíficos", insistió el mandatario en una entrevista con 'Portal Brasil', recién lanzado.

Preguntado por el motivo del viaje de Clinton a Brasil --pedir su apoyo a las sanciones que promueve Estados Unidos contra Irán en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde Brasil ocupa en la actualidad un asiento no permanente--, Lula consideró que la secretaria de Estado no debe venir a hacer peticiones de este tipo aunque aseguró que, en todo caso, "las negociaciones son con Celso". "Brasil entiende que hay una posibilidad de construir otro rumbo", apostilló.

Antes de reunirse con Amorim, Clinton trató de recabar el apoyo de diputados y senadores brasileños en un encuentro con ellos para lograr disuadir a Irán de seguir adelante con su programa nuclear, cuya naturaleza pacífica pone en duda la comunidad internacional desde hace años.

La secretaria de Estado les explicó que Brasil, por su amistad y buenas relaciones con Teherán, tiene un papel fundamental que desempeñar para ayudar a evitar que Irán siga adelante con su programa atómico, explicó el diputado del Partido de los Trabajadores (PT) Maurício Rands, que participó en el encuentro entre Clinton y los presidentes de ambas cámaras legislativas en presencia de una veintena de parlamentarios por espacio de 45 minutos.

"Ella dice que Irán más que desarrollar su programa nuclear quiere dominar la región. Ella quiere que Brasil colabore, dialogando con Irán, para que Irán cambie la dirección que ha tomado", explicó el diputado en declaraciones difundidas por el diario 'O Globo'.

Brasil es el cuarto país que visita Clinton, dentro de la gira por Latinoamérica que emprendió el domingo pasado, y que le llevará a visitar además de Uruguay, Argentina y Chile, países que ya ha visitado, Costa Rica y Guatemala.

Clinton, que viaja acompañada por el secretario de Estado adjunto para Latinoamérica, Arturo Valenzuela, y su antecesor en el cargo, Thomas Shannon, actual embajador en Brasil, firmó tras su encuentro con el canciller brasileño sendos acuerdos bilaterales para mitigar el cambio climático y promover tecnologías limpias, para promover los derechos de las mujeres, su inserción social y combatir la violencia de género, así como un tercer acuerdo destinado a combatir la pobreza, especialmente en África y Latinoamérica, a través de programas sanitarios, sociales y económicos en terceros países.