Actualizado 19/03/2007 16:18

Italia/Brasil.- Roma intentará conseguir "lo antes posible" la extradición del terrorista italiano detenido en Brasil


ROMA, 19 Mar. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -

El ministro italiano de Justicia, Clemente Mastella, manifestó hoy su satisfacción por el arresto en Brasil del ex terrorista de extrema izquierda Cesare Battisti, al tiempo que se comprometió a emprender todos los mecanismos para conseguir su extradición "lo antes posible".

Italia permanece a la espera de lo que decida el Supremo Tribunal Federal de Brasil, que es quien debe aceptar o rechazar la petición de extradición cursada por el país transalpino. Entre tanto, Battisti permanecerá detenido en Brasilia.

El ex activista, que fue detenido ayer cerca de la playa de Copacabana gracias a una operación conjunta policial conjunta en la que participaron Brasil, Francia e Italia, había sido condenado a cadena perpetua en Italia por su presunta implicación en cuatro asesinados en los años setenta.

POLÍTICA: REACCIONES OPUESTAS

La detención de Battisti --uno de los jefes de la organización de extrema izquierda Proletarios Armados por el Comunismo (PAC)-- ha desatado toda clase de reacciones políticas en Italia. Así, en declaraciones al diario 'La Repubblica', el ministro de Justicia del anterior Gobierno, Roberto Castelli, celebró la noticia, describiendo al ex activista como un "peligroso criminal", de quien aseguró que debe cumplir la pena impuesta, que es precisamente lo que esperan "todos los ciudadanos".

En cambio, el portavoz de Refundación Comunista en el Senado, Russo Spena --partido de extema izquierda--, consideró que la política actual debe "cerrar definitivamente los años de plomo", a través de una "amnistía" que mire "hacia los crímenes cometidos por la sedición".

Por su parte, el presidente emérito de la Republica Francesco Cossiga propuso, irónicamente "dejar en paz al terrorista Cesare Battisti". "Ciertamente se merece ambas cadenas perpetuas". "Pero si somos amigos de Hezbolá, Hamás y de los talibán", agregó, "por qué la tenemos que tomar sólo con los connacionales", reabriendo "dolorosas heridas".

En 1981, Battisti se escapó de la cárcel italiana donde estaba recluido y se refugió en Francia, país en el que permaneció hasta entrada la década de los 90. En tierras galas proclamó su inocencia en repetidas ocasiones y comenzó su carrera como escritor de novelas de suspense.

Cuando Francia alteró la política protegida por el que fuera presidente socialista François Mitterrand, de permitir a militantes izquierdistas italianos permanecer en el país previa renuncia a la violencia, Battisti abandonó el país. Este hecho se consumó después de que París firmase una orden de extradición en 2004 para enviarle a Italia, donde seguía siendo buscado por la Justicia.