Actualizado 02/07/2009 23:34

Jefa OMS pide atender a "señales de alerta" de casos graves H1N1

GINEBRA (Reuters/EP) - La influenza H1N1 está causando síntomas leves que se superan sin medicación en la mayoría de los casos, pero los cuidadores deberían estar atentos a las señales de alerta de casos graves, dijo el jueves la titular de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan.

La directora general de la OMS dijo durante una conferencia en Cancún, México: "La enorme mayoría de los pacientes experimentan síntomas leves y se recuperan completamente en una semana, habitualmente sin ningún tratamiento médico".

"Pero hay algunas excepciones que deben ser el foco de preocupación específico", manifestó Chan en la reunión, según el texto de su discurso distribuido por la OMS en Ginebra.

Las mujeres embarazadas y las personas con problemas de salud subyacentes corren más riesgo de sufrir complicaciones por el virus y deben ser controladas de cerca si enferman, señaló la funcionaria.

Aquellas personas con síntomas como los de la gripe normal no deberían acudir a los hospitales a menos que presenten ciertas "señales de alerta" de infección severa, remarcó Chan.

Los adultos con fiebre muy alta que continúa por más de tres días deberían buscar ayuda y los niños que tienen dificultad para levantarse, están aletargados y ya no están alertas también requerirían atención adicional, añadió la titular de la agencia de Naciones Unidas.

"En una pandemia de severidad moderada, este es uno de nuestros mayores desafíos: ayudar a las personas a comprender cuándo no deben preocuparse y cuándo sí necesitan buscar asistencia urgente", expresó Chan en la conferencia, de la que también participó el ministro de Salud de México, José Angel Córdova.

El mes pasado, la OMS elevó su nivel de alerta pandémico a la máxima fase 6 y declaró que el virus H1N1, comúnmente conocido como gripe porcina, estaba generando la primera pandemia de influenza del siglo XXI. La última había sido en 1968.

Desde que comenzó el brote en abril, se confirmaron más de 79.000 casos en todo el mundo y 337 personas murieron, en su mayoría pacientes con problemas de salud subyacentes.