Actualizado 05/03/2016 01:03

Keiko Fujimori promete unificar Perú, pero persiste la sombra de su padre

Keiko Fujimori, candidata a la Presidencia en Perú.
EUROPA PRESS/FUERZA 2011

HUANCAVELICA, 5 Mar. (Reuters/EP) -

Keiko Fujimori afronta la etapa final de la campaña con la que busca llegar a la Presidencia de Perú apelando a la unificación del país, dividido más de 15 años después de que su padre abandonara el poder, aunque sin desentenderse del todo de las raíces del 'fujimorismo'.

Encarcelado en una prisión en la periferia de Lima desde hace casi una década, el expresidente Alberto Fujimori, de 77 años, es una de las figuras más conflictivas del país, lo que podría echar por tierra, otra vez, las esperanzas de su hija.

Muchos peruanos todavía lo veneran porque venció al grupo rebelde Sendero Luminoso y reactivó una economía que estaba en ruinas, pero es odiado por otros por la corrupción y abusos de Derechos Humanos que se cometieron durante su gobierno.

Conocida en Perú simplemente como Keiko, la hija de 40 años del exlíder promete mano dura contra la delincuencia e impulsar la economía del país minero, golpeado por la caída global de los precios de las materias primas.

Keiko prevé usar un fondo contingente del Gobierno de casi 8.000 millones de dólares para financiar lo que denomina un "shock" del gasto en infraestructura. También promete descuentos tributarios a empresas que capaciten y contraten a jóvenes.

Keiko usa el estilo populista de su padre, que le ha dado un fuerte apoyo en los sectores pobres, pero ha suavizado su acérrima defensa de la década de Gobierno de Fujimori para no perder la segunda vuelta como en 2011, cuando tardó en desvincularse de lo hecho por su progenitor.

La candidata de centro-derecha promete unificar al Perú, donde uno de cada cinco peruanos vive en la pobreza. "Nosotros queremos trabajar por las poblaciones que se sienten olvidadas ante la indiferencia del Estado", ha explicado Fujimori a Reuters en un descanso de su campaña en la región andina de Huancavelica.

De cara a la elección del 10 de abril, Keiko ha gozado de un apoyo constante de entre el 30 y 35 por ciento de los votantes, según encuestas, casi el doble que su más cercano rival.

Para ganar en primera ronda necesita el 50 por ciento más uno de los votos, y recientes sondeos muestran que en un 'balotaje' --segunda vuelta-- empataría con el tecnócrata Julio Guzmán, que la calificó de déspota con ropa democrática.

"Lo que está en juego en estas elecciones es la democracia o volver a la dictadura", señaló Guzmán, la misma táctica que ayudó a Humala a derrotarla en el 'balotaje' de 2011.

El próximo presidente de Perú heredará una economía en recuperación gracias a la mayor producción de cobre de nuevas minas, aunque amenazada por una continua caída del precio de metal y la falta de grandes proyectos para los próximos años.

Keiko propone "incentivos" tributarios para exportadores, aunque no ha especificado cuáles serían. Además, dice que dirigirá el gasto hacia obras públicas como carreteras, canales de irrigación, infraestructura turística y reservorios de agua.