Actualizado 13/07/2009 01:39

Líder del Senado de Brasil enfrenta nuevas acusaciones fraude

BRASILIA (Reuters/EP) - Nuevos reportes de presunto fraude y malversación el fin de semana en los medios están impulsando un escándalo ético y es probable que renueven la presión para que renuncie el jefe del Senado en Brasil, José Sarney.

Sarney, un veterano político y aliado clave del presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, ha estado preocupado por su supervivencia política durante semanas tras acusaciones de los medios de comportamiento poco ético y enriquecimiento personal. La policía está investigando.

El escándalo ha revelado tensiones en la coalición gobernante que amenazan retrasar la agenda legislativa del Gobierno y dificultan los planes de Lula para su elegida sucesora en las elecciones de octubre del 2010.

La importante revista de noticias Veja reportó el fin de semana que Sarney no había declarado a las autoridades fiscales sobre una cuenta extranjera que mantuvo con Banco Santos, una institución brasileña que fue a bancarrota en el 2004.

Sarney retiró 2,2 millones de reales (1,1 millones de dólares) del Banco Santos un día antes de que las autoridades intervinieron el banco, dijo Veja, y citó documentos del emisor usados en investigaciones policiales.

Sarney y el ex propietario del banco negaron conocer la presunta cuenta en el extranjero, dijo Veja. El senador dijo que fiscales públicos podían investigar los cargos libremente.

En un reporte por separado el domingo, O Estado de Sao Paulo dio detalles de acusaciones de que Sarney y su familia desviaban dinero de patrocinio dado por la petrolera estatal Petrobras a una fundación cultural que lleva su nombre.

El reporte dijo que 500.000 reales (250.000 dólares) terminaron en compañías propiedad de Sarney o amigos y familia.

El jefe de la Fundación José Sarney dijo que podía dar cuenta de todos sus gastos y que las acusaciones del O Estado de Sao Paulo eran difamatorias.

Lula depende del partido centrista PMDB de Sarney, que es el más grande en ambas cámaras del Congreso, para aprobar propuestas legislativas y respaldar su candidata preferida, la jefa de Gabinete, Dilma Rousseff, en las elecciones presidenciales del 2010.

Legisladores de la oposición ahora quieren acusar a Sarney ante el comité de ética del Senado por nepotismo y actos ilícitos relacionados con los gastos secretos y esquemas de contratación que benefició a legisladores, personal y sus familias con ventajas y pagos.

Para evitar un alto perfil de audiencia y el escrutinio de los medios Sarney podría dimitir, dijeron analistas.