Actualizado 20/07/2009 19:40

Líder supremo advierte no ayudar a enemigos de Irán

Por Zahra Hosseinian

TEHERAN (Reuters/EP) - El líder supremo de Irán, ayatolá Ali Khamenei, advirtió a funcionarios de alto rango el lunes que no ayuden a los enemigos de Teherán, después de que dos ex presidentes expresaran una desafiante oposición al resultado de una disputada elección presidencial.

En el centro de Teherán volvieron a emerger el viernes choques entre la policía y manifestantes reformistas por primera vez en semanas después de que el ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjani declaró que la república islámica estaba en crisis y dudó del resultado electoral.

Sus comentarios fueron un claro desafío a la autoridad de Khamenei, la figura más poderosa de Irán cuyo apoyo a la abrumadora victoria del presidente de línea dura Mahmoud Ahmadinejad fue decisivo.

El ex presidente reformista Mohammad Khatami instó a las autoridades a celebrar un referéndum sobre la legitimidad del Gobierno el lunes y el derrotado candidato reformista Mirhossein Mousavi pidió la liberación de cientos de personas arrestadas en las masivas protestas de junio contra el resultado electoral.

"Las elites deberían saber que cualquier declaración, acción o análisis que ayude (al enemigo) es una movida contra la nación. Debemos ser muy cuidadosos", dijo Khamenei en un discurso a funcionarios iraníes, en una clara referencia a los recientes comentarios que cuestionaron la votación.

"La gente ve con odio a cualquiera, en cualquier posición, que quiera mover a la sociedad hacia la inseguridad. Hay cosas que no deben decirse. Si las decimos, hemos tomado una acción en contra de la nación. Esta es ahora una prueba para las elites, y fallar en esa prueba (...) significa caer", agregó.

Mousavi dijo que era errado acusar a los detenidos en las protestas de estar vinculados a conspiraciones de las potencias extranjeras. No era claro si había hecho este comentario en respuesta a las declaraciones de Khamenei.

El ayatolá normalmente media por encima de las disputas políticas, pero apoyó la victoria de Ahmadinejad poco después de la votación, mientras los reformistas dijeron que los resultados estuvieron amañados.

PEDIDO DE REFERENDUM

Además de las protestas de junio, las mayores en Irán desde la Revolución Islámica de 1979, la batalla pública dentro del establishment clerical iraní impone un desafío sin precedentes a la autoridad de Khamenei, que asumió el poder en 1989.

Los reformistas, conscientes de la presencia de una población joven con crecientes expectativas, argumentan que la república islámica debe abrirse y rendir cuentas al público para sobrevivir.

"La única forma de salir de la actual situación es celebrar un referéndum (sobre la legitimidad del Gobierno)", dijo Khatami, según lo cita una web cercana al político.

"A la gente se le debería preguntar si está contenta con la actual situación (...) Si la gran mayoría de la gente está satisfecha con la actual situación, la aceptaremos también", declaró.

Los políticos de línea dura condenaron el sermón de Rafsanjani. Un clérigo dijo que el Gobierno de Irán deriva su legitimidad de "Dios todopoderoso".

Al menos 20 personas murieron antes de que la policía antidisturbios y las milicias islámicas reprimieran las protestas y arrestaran a cientos de personas, entre ellas líderes de la oposición, periodistas, activistas y abogados.

Mousavi dijo que los arrestos masivos no iban a resolver la disputa.

"Dejen a las personas expresar libremente sus ideas", dijo según citó la web reformista Mosharekat. "Nuestros seres queridos en prisión no tienen acceso a abogados y están bajo presión para confesar", agregó.

Mousavi criticó la idea que vincula a los detenidos con las supuestas conspiraciones de países extranjeros. "¿No es un insulto a los 40 millones de votantes (...) relacionar a los detenidos con países extranjeros?", preguntó.