Actualizado 23/09/2009 12:35

Lula renuncia a ejercer como mediador en la crisis política en Honduras y dice que le corresponde a la OEA

NUEVA YORK, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -

El presidente brasileño, Luiz Ignácio Lula da Silva, dejó claro este martes que su Gobierno no pretende actuar como mediador en la crisis política en Honduras pese a que Brasil ha permitido al presidente derrocado Manuel Zelaya refugiarse en su Embajada en Tegucigalpa a su regreso a Honduras.

En los márgenes de la reunión de alto nivel auspiciada por la ONU celebrada este martes en Nueva York, Lula aseguró que el papel de mediación en Honduras corresponde a la Organización de Estados Americanos (OEA), aunque hasta ahora la labor de mediación la venía encabezando el presidente de Costa Rica, Óscar Arias.

"El negociador es el jefe de la OEA, él se tiene que sentar en la mesa de negociaciones y negociar", aseguró Lula, según la agencia de noticias brasileña Estado. El ministro de Exteriores brasileño, "Celso Amorim, ya habló con (el secretario general de la OEA, José Miguel) Insulza para ver si la OEA va para allá para tratar de ayudar", agregó.

Por su parte, Insulza aseguró desde Nueva York que está a la espera de recibir garantías para poner impulsar la mediación en Honduras y viajar a Tegucigalpa. Insulza tuvo que aplazar su viaje al país centroamericano, previsto para ayer, debido al cierre decretado de los aeropuertos en Honduras tras el regreso de Zelaya al país.

"Tenemos que tener garantías para poder negociar", explicó Insulza en declaraciones recogidas por el diario hondureño 'El Heraldo'. "Nosotros queremos contribuir a la paz, no queremos contribuir a la división ni a las confrontaciones (...) Vamos a intentar el diálogo y la mediación porque esas son las herramientas que tenemos, no tenemos un ejército para ir allá y no lo utilizaríamos", aseguró.

El secretario general de la OEA aseguró que está en contacto tanto con Zelaya como con el Gobierno 'de facto' que derrocó al presidente legítimo Manuel Zelaya el pasado 28 de junio y defendió como base de la negociación el Acuerdo de San José promovido por Arias que, por su parte, contempla el retorno de Zelaya al poder y la celebración de elecciones presidenciales en noviembre, aunque ha sido rechazado por ambas partes.

Aunque Insulza reconoció que el regreso de Zelaya "ciertamente aumenta la tensión", también crea, a su juicio, "una gran oportunidad" para dar una salida a la crisis que vive el país centroamericano durante casi tres meses.

REUNIÓN DEL CONSEJO DE SEGURIDAD

Por otra parte, Brasil y Estados Unidos han apoyado convocar este jueves al Consejo de Seguridad de la ONU para abordar la situación en Honduras, según el propio Zelaya. La decisión fue adoptada a última hora del martes entre representantes del Gobierno brasileño y de la Organización de Estados Americanos, explicó la agencia Estado.

Pese a las garantías del Gobierno 'de facto' de que no allanará la Embajada brasileña en Tegucigalpa, Brasil está preocupado por "la seguridad de Zelaya y con la seguridad e integridad física de las instalaciones de la Embajada y de sus funcionarios", reza la carta de Brasil dirigida a la embajadora estadounidense ante la ONU, Susan Rice, que ostenta la presidencia del Consejo de Seguridad, informó la agencia Estado.

Amorim explicó ayer que la reunión del Consejo de Seguridad está destinada a informar a sus miembros debatir formas para evitar que "algo peor llegue a pasar", según la cadena de televisión brasileña Globo.

Según la TV Globo, Amorim dijo que la convocatoria del Consejo de Seguridad está destinada a informar a los países miembros del organismo sobre la situación en Honduras para debatir formas de evitar que "algo peor llegue a pasar".

El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ian Kelly, aseguró por su parte que Estados Unidos busca dar ayuda a la Embajada brasileña en forma de suministros de diésel para operar generadores, dado que la legación permanece sin agua, luz y electricidad.