Actualizado 09/01/2018 08:37

¿Por qué Maduro ordenó cerrar las conexiones fronterizas de Venezuela con Aruba, Curazao y Bonaire?

Nicolás Maduro
GETTY

   CARACAS, 8 Ene. (Notimérica)-

   El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha anunciado este lunes la suspensión temporal de las conexiones marítimas y aéreas entre Venezuela y Aruba, Curazao y Bonaire como parte de una serie de medidas para acabar con el contrabando de recursos y productos del país y como medida de presión sobre el gobierno de las islas.

   "He ordenado la toma de todos los puertos y aeropuertos por donde nos comunicamos y se hace labor de intercambio comercial y de pasajeros con Aruba, Curazao y Bonaire y anuncio que a partir del día de hoy y por 72 horas se cierra todas las comunicaciones por aire y mar con estas islas para establecer una reestructuración y defensa de los intereses económicos de Venezuela", ha señalado el mandatario a través de la televisión estatal.

   La distancia que separa a Venezuela de las fronterizas islas de Aruba, Curazao y Bonaire es mínima. Unos 100 kilómetros o mucho menos, dependiendo del punto de partida y de llegada.

   El pasado 19 de diciembre, el mandatario alertó del posible cierre aéreo y marítimo. Acusó a empresarios locales de especular con los precios y llevarse productos subsidiados por su gobierno a esas islas caribeñas y a las ciudades fronterizas de Maicao y Cúcuta, en Colombia.

   Por el contrario, el primer ministro de Curazao, Eugene Rhuggenaath, ha criticado la decisión del gobierno de Maduro y destacó que se trataba de una medida "unilateral e inconsulta".

   "Lamentamos ese anuncio porque no había contacto previo o conversaciones diplomáticas para ver qué podemos hacer conjuntamente para combatir el contrabando o tráfico de productos ilícitos como armas y drogas", ha señalado Rhuggenaath a medios locales.

   Venezuela vive una fuerte crisis económica caracterizada por la inflación más alta del mundo y por una escasez de productos básicos como alimentos y medicinas.

   Sin embargo, el presidente venezolano suele acusar de la aguda escasez de alimentos, medicinas e insumos a las mafias de contrabandistas que se benefician del diferencial cambiario.

   El país caribeño, dependiente de las importaciones, ha reducido drásticamente sus compras externas ante la caída en los ingresos petroleros, que aportan 96% de las divisas del país.

   Además de este desabastecimiento, la crisis venezolana se combina con la inflación más alta del mundo, que según el Fondo Monetario Internacional (FMI) pasará de 2.300% en 2018.