ACAPULCO, 14 May. (EP/AP) -
Un capitán del Ejército mexicano fue hallado muerto ayer domingo en el Estado de Guerrero, apenas un día después de que apareciera una cabeza decapitada con una nota ante un cuartel. En ella, las bandas criminales desafiaban al Ejército, al Gobierno y a la operación contra las bandas criminales.
La Policía halló al capital Jacinto Pablo Granda, de 36 años, en una autopista cercana a la capital del Estado, Chilpancingo. El cadáver tenía dos heridas de bala en la cabeza, explicó el director de investigaciones policiales estatal, Erit Montufar.
Granda se encontraba de vacaciones con su familia cuando fue secuestrado el pasado sábado por hombres armados en las inmediaciones de un cuartel de Chilpancingo, explicó Montufar.
También en Guerrero, hombres armados no identificados lanzaron una granada de mano contra una comisaría de Policía de la ciudad de Tecpan. Las explosiones causaron daños en dos vehículos policiales, pero no hubo heridos.
El Gobierno de Felipe Calderón ha enviado más de 24.000 militares y policías federales a las zonas sacudidas por la violencia, mayoritariamente relacionada con redes criminales y de tráfico de droga. Cinco militares han muerto ya en lo que va de mes.