El 43% de los mexicanos cree que el mandatario está en su "peor momento"
MÉXICO DF, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
La popularidad del presidente mexicano, Felipe Calderón, continúa cayendo y actualmente registra una aceptación del 52 por ciento, el indicador más bajo de los últimos dos años, según un sondeo de la encuestadora Buendía & Laredo para el diario local 'El Universal'.
La caída en buena medida se explica porque los simpatizantes del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI) han comenzado a retirar su apoyo a Calderón y por el "desgaste" de los seguidores del gobernante Partido Acción Nacional (PAN), cuando falta más de un año para los comicios presidenciales, precisa el informe divulgado este martes por Buendía & Laredo.
El sondeo también revela que para el 50 por ciento de los mexicanos Calderón ha hecho menos de lo que esperaban y apenas un 15 por ciento cree que se han superado las expectativas. De hecho, el 43 por ciento de la población opina que el mandatario atraviesa actualmente su "peor momento".
Al ser comparado con los gobiernos del PRI --partido que estuvo 70 años en el poder, hasta el año 2000, cuando ganó Vicente Fox-- el 45 por ciento de los consultados respondió que Calderón "ha sido mejor o tan bueno" como los jefes de Estado anteriores, mientras que el 49 por ciento piensa que es "tan malo o peor" que sus predecesores.
A pesar de este panorama, el 53 por ciento se muestra optimista sobre los avances que podría presentar México en los dos años de gobierno que le restan a Calderón, frente a un 37 por ciento que se siente pesimista sobre el futuro del país.
La encuesta --en la que se entrevistó a un total de mil personas en todo el país-- no consultó la opinión de los mexicanos sobre la situación de seguridad y las estrategias que ha puesto en marcha la Presidencia para combatir a los cárteles del narcotráfico.
Más de 34.000 personas han sido asesinadas en los cuatro años de Gobierno de Calderón en hechos violentos atribuidos al crimen organizado, que mantiene una encarnizada guerra por el control de la ruta de la droga que se vende en Estados Unidos, el principal consumidor de cocaína del mundo.