WASHINGTON, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha condenado este viernes el ataque perpetrado el pasado viernes por un grupo de hombres armados contra la defensora de Derechos Humanos Norma Andrade en su casa del estado de Chihuahua, en el norte de México.
Andrade, que dirige la asociación Nuestras Hijas de Regreso a Casa, vela por la búsqueda de las mujeres desaparecidas y por la apertura de investigaciones sobre los asesinatos en Chihuahua. La activista, a la que la CIDH aplicó medidas cautelares, perdió a una hija en 2001 víctima de grupos organizados.
La CIDH pidió a las autoridades mexicanas que protejan a Norma Andrade y a su familia, que investiguen el ataque sufrido por la activista y que la justicia condene a los responsables.
Un grupo de hombres armados atacó el pasado viernes a Andrade cuando se disponía a entrar en su casa. La activista recibió cinco impactos de bala. Según su hija, Malú García Andrade, varias personas se presentaron horas antes en su puesto de trabajo exigiendo los horarios y la dirección de la activista.
La Comisión señaló en un comunicado que tiene información de otras amenazas y asesinatos de otros defensores de Derechos Humanos que buscan justicia para los casos de mujeres asesinadas en Ciudad Juárez y en otros puntos del estado de Chihuahua.
En diciembre de 2010, la CIDH condenó el asesinato de Marisela Escobedo, asesinada a balazos en la puerta del palacio de gobierno del estado de Chihuahua mientras realizaba una campaña para pedir que se investigase el asesinato de su hija Rubí Marisol Frayre en 2008, a los 16 años de edad.
"La Comisión insta al Estado de México a adoptar de forma inmediata y urgente todas las medidas necesarias a fin de garantizar el derecho a la vida, la integridad y la seguridad de los familiares de Norma Andrade, y para la debida protección de las defensoras de Derechos Humanos que trabajan en la búsqueda de justicia por los casos de mujeres asesinadas en Chihuahua", señaló.
"Los actos de violencia y otros ataques contra las defensoras y los defensores de Derechos Humanos no solo afectan a las garantías propias de todo ser humano sino que atentan contra el papel fundamental que juegan en la sociedad y sume en la indefensión a todas aquellas personas para quienes trabajan", comentó.
"La Comisión recuerda asimismo que la labor de defensores y defensoras es esencial para la construcción de una sociedad democrática sólida y duradera".