Actualizado 04/02/2006 04:33

México.- Comienza la deliberación en caso de inmigrantes fallecidos en Texas


HOUSTON (TEXAS, ESTADOS UNIDOS), 4 Feb. (EP/AP) -

Un abogado de uno de los tres acusados en el caso más letal de intento de contrabando humano en Estados Unidos alegó el viernes que su cliente no hizo nada físico para provocar la muerte de 19 inmigrantes ilegales dentro de un camión, y otro abogado culpó a las políticas migratorias por la desgracia.

La fiscalía pidió al jurado que se enfocara en las víctimas.

Un fiscal mostró fotografías de 19 inmigrantes y le solicitó que tomara en cuenta esas horrendas imágenes de sufrimiento mientras deliberaba sobre la suerte de tres personas acusadas de haber puesto en peligro la vida de esos indocumentados.

"Lo hacemos para que puedan entender que no se trata de simples números. Se trataba de personas que tenían esperanzas y sueños", dijo Daniel Rodríguez, asistente del fiscal, al concluir el argumento de la parte acusadora.

Tras la presentación de los argumentos de cierre, el jurado deliberó cerca de dos horas antes de retirarse. Las deliberaciones seguirán el lunes.

Víctor Sánchez Rodríguez, de 58 años, su esposa Emma Sapata Rodríguez, de 59 años; y Rosa Sarrata González, de 51 años, hermanastra de Sapata, están acusados de formar parte de una red de contrabandistas que en mayo del 2003 transportó a más de 70 inmigrantes en un camión hermético desde el sur de Texas hasta Houston.

Durante el viaje, los inmigrantes comenzaron a morir debido al mortífero calor dentro del contenedor del camión. El conductor, Tyrone Williams, abandonó el trailer en Victoria, a unos 160 kilómetros al suroeste de Houston. Diecisiete inmigrantes murieron dentro del contenedor del camión, y otros dos perecieron poco después. Todas las muertes se debieron a deshidratación, calor intenso y asfixia.

"Ha llegado el momento de enviar un mensaje a esos tres diciéndoles que la época de hacer dinero gracias al dolor y la desesperación de otras personas ha llegado a su fin", dijo Rodríguez.

Los tres acusados, residentes del sur de Texas, enfrentaban 58 cargos por proteger y transportar a indocumentados. Pero el martes, la jueza de distrito Vanessa Gilmore desestimó la mayoría de las acusaciones, diciendo que fueron las acciones de otros miembros de la red de contrabandistas las que pusieron en peligro a muchos de los inmigrantes.