Actualizado 11/05/2010 05:21

México/EEUU.- Un ex gobernador mexicano extraditado a EEUU se declara inocente de los cargos de narcotráfico y blanqueo


NUEVA YORK, 11 May. (Reuters/EP) -

El ex gobernador mexicano Mario Villanueva se declaró este lunes en un tribunal de Nueva York no culpable de los cargos de tráfico de cocaína y blanqueo de dinero a través del extinto banco de inversiones Lehman Brothers.

Villanueva, ex gobernador del estado mexicano de Quintana Roo, situado en la península de Yucatán, entre 1993 y 1996, fue extraditado a Estados Unidos el pasado sábado después de cumplir en México una condena de seis años por blanqueo de capitales.

En Estados Unidos Villanueva podría ser condenado a cadena perpetua por las acusaciones de narcotráfico y a hasta 20 años de prisión por los cargos de lavado de dinero. Estas transferencias fueron administradas por Consuelo Márquez, una representante de inversiones de Lehman Brothers que se declaró culpable de cargos de blanqueo de dinero en 2005.

Villanueva "convirtió al estado mexicano de Quintana Roo en un virtual 'narcoestado', vendiendo su infraestructura e incluso su Policía a uno de los negocios de mafia más peligrosos del mundo", afirmó en un comunicado el fiscal de Manhattan a cargo del caso, Preet Bharara.

El ex gobernador está acusado de recibir más de 19 millones de dólares del poderoso cártel de Juárez a cambio de dejarles libertad de acción en su estado. Se le acusa, además, de lavar fondos a través de cuentas en Lehman Brothers entre 1993 y el 2001, mucho antes del colapso del banco de inversiones, producido a finales de 2008.

Según el fiscal, el dinero recibido por Villanueva fue enviado a través de una serie de cuentas con tres nombres a empresas extranjeras, y al final terminó siendo administrado por Lehman Brothers Holdings Inc.

Por su parte, un portavoz de Villanueva no quiso hacer comentarios de forma inmediata sobre la extradición del gobernador.

Desde que el presidente mexicano, Felipe Calderón, asumió el poder en diciembre del 2006 y les declaró una guerra sin cuartel, desplegando incluso al Ejército por las calles, más de 22.000 personas han muerto por la violencia asociada al narcotráfico.