Actualizado 04/10/2006 02:43

México/EEUU.- El líder demócrata en el Senado de EEUU viajará a México en noviembre para mejorar las relaciones

Considera que la aprobación de la construcción de un muro es sólo una "maniobra publicitaria" de cara a los comicios de noviembre


WASHINGTON, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -

El líder de la minoría demócrata en el Senado de Estados Unidos, Harry Reid, viajará en noviembre a México en un esfuerzo por mejorar las relaciones con este país, después de que el Congreso norteamericano aprobara la construcción de un muro en la zona fronteriza para limitar la entrada de inmigrantes irregulares.

Reid consideró el martes que la medida puso de relieve el "desdén" hacia México mostrado por el Gobierno de George W. Bush, a quien acusó de mantener un doble discurso en el tema de la reforma migratoria.

"Creo que ignorar a México por seis años como el presidente (Bush) lo ha hecho, no ha sido beneficioso", indicó el senador durante un encuentro en Washington con periodistas latinoamericanos.

Reid, quien se reunirá con el presidente electo de México, Felipe Calderón, durante su visita, insistió que en lo que respecta al tema migratorio tanto ese país como Estados Unidos requieren trabajar de manera conjunta en la búsqueda de soluciones.

"Es obvio que el liderazgo en México no ha tenido mucha ayuda de este Gobierno", señaló el senador por Nevada, quien afirmó que el propósito de su viaje al frente de una delegación del Congreso es "tratar de establecer mejores relaciones con México".

El pasado viernes, el Senado estadounidense aprobó por mayoría una propuesta de ley para construir un doble muro de 1.120 kilómetros en la frontera con México, siguiendo un voto similar en la Cámara de Representantes semanas antes.

Además de la totalidad de los republicanos, la propuesta en el Senado fue apoyada por más de una decena de demócratas que votaron a favor, algo que Reid --uno de los que votaron en contra-- calificó como "desafortunado".

MOTIVOS PARA NO EMIGRAR

En su opinión, pensar que un problema complejo como el de la inmigración irregular puede ser resuelto a partir de la simple adopción de medidas de seguridad "es ridículo". "Eso no va a resolver el problema. La gente viene porque esta desesperada y por ello tenemos que trabajar también con México para darle a la gente motivos para que no venga al país", apuntó.

Para el legislador esta decisión deteriorará aún más la imagen de Estados Unidos en el mundo. "No creo que seamos muy bien vistos en el resto del mundo cuando tratamos de resolver nuestros problemas de migración construyendo una barda", puntualizó.

Reid afirmó haberse sentido "decepcionado" con varios senadores, como el republicano John McCain, considerado uno de los principales promotores de una reforma amplia y quien, pese a su reiterada oposición a la construcción del muro, votó a favor de la propuesta.

No obstante, aclaró que su "mayor decepción" fue con Bush, ya que aseguró que, "por un lado, él dijo estar a favor de una reforma migratoria amplia y, por otro lado, a favor de la barda". "Quiso trabajar con nosotros (los demócratas) en una reforma amplia y nunca tuvo una sola crítica por la monstruosidad que pasó en la Cámara de Representantes. Creo que ha sido injusto con los estadounidenses", subrayó Reid.

MANIOBRA PUBLICITARIA

Aunque el senador consideró que también México fue en parte "culpable" por el curso que ha tomado el debate migratorio, denunció la aprobación del muro como una maniobra publicitaria con fines electorales de cara a las elecciones legislativas del próximo 7 de noviembre.

Según explicó, ni el Senado ni la Cámara de Representantes --las dos cámaras que conforman el Congreso de Estados Unidos-- aprobaron los fondos para la construcción del muro, que Reid estimó que podrían alcanzar hasta 8.000 millones de dólares. "¿Creen que este Congreso dominado por los republicanos va a aprobar fondos para esta barda? La respuesta es no. Esto fue sólo un montaje", añadió.

El senador demócrata opinó que el debate sobre el muro constituye sólo "una distracción" del tema central en el debate migratorio, que es aprobar una reforma migratoria amplia, y concluyó que Estados Unidos no puede continuar "culpando a la gente" de emigrar a su país. "El hecho es que esta gente ya está aquí y que no podemos deportarlos, y no podemos hacerlo, porque no tenemos el dinero", sentenció.