Actualizado 22/12/2008 09:46

México.- Encuentran nueve cadáveres decapitados, entre ellos los de ocho soldados, en el suroeste de México

CIUDAD DE MÉXICO, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades del estado mexicano de Guerrero, en el suroeste del país, han hallado en los últimos días un total de 13 cadáveres como consecuencia de la ola de violencia que sacude el país, entre los que había nueve cuerpos decapitados con signos de tortura, ocho de ellos de soldados.

Los nueve cadáveres decapitados fueron hallados en la localidad de Chilpancingo, mientras que los otros cuatro habían sido arrojados desde el puente Quetzalapa, en el municipio de Iguala, según confirmaron el gobernador del estado, Zeferino Torreblanca Galindo, y la Secretaría de Seguridad Pública de la región, citados por la prensa local.

De los nueve decapitados --en cuyos restos los autores dejaron uno de los habituales mensajes del narcotráfico--, ocho eran militares y uno el ex subdirector de la extinta Policía Judicial del estado, Simón Wences Martínez, mientras que los demás no parecen ser de Guerrero porque, según el gobernador, "sus rasgos no obedecen a los típicos de los surianos".

Los nueve cuerpos encontrados en diferentes puntos de la carretera federal México-Acapulco estaban dentro de bolsas de plástico negras y tenían puestas ropas de civil, de corte militar y presentaban signos de tortura.

Fuentes extraoficiales informaron de que los militares fueron interceptados al azar el pasado sábado por un grupo armado cuando salían de su descanso en las instalaciones del 41 Batallón de Infantería de la 35 Zona Militar con sede en Chilpancingo.

Más tarde, el secretario de Seguridad Pública, Heriberto Salinas Altés, informó de que al mediodía de ayer fueron encontrados tirados sobre el río Quetzalapa cuatro cuerpos de personas que habían sido ejecutadas a balazos y tenían las manos y pies atados a la espalda, así como los ojos vendados.

Los cuatro muertos, uno de ellos partido por la mitad, fueron arrojados desde el puente de Quetzalapa, de 110 metros de altura, que se ubica sobre la autopista del Sol y pertenece al municipio de Iguala, en la zona norte de Guerrero. Estos cuerpos también vestían ropa de civil y también presentaban signos de tortura.

Para la Secretaría de la Defensa Nacional, estas ejecuciones han sido consecuencia de "los fuertes golpes" que el Ejército y la Fuerza Aérea han dado a las organizaciones criminales de la región, por lo que las bandas del crimen organizado "se sienten acorraladas y debilitadas, respondiendo con estos actos cobardes que pretenden amedrentar las acciones que realiza este instituto armado".

"La Secretaría ratifica su compromiso de continuar combatiendo con eficacia este flagelo para recuperar los espacios ocupados por el narcotráfico y brindar la seguridad y paz social que reclaman los mexicanos", señala el organismo en un comunicado.