CIUDAD DE MÉXICO, 9 Oct. (Reuters/EP) -
El Gobierno de México envió ayer al Congreso un plan para contrarrestar la crisis global y rebajó sus proyecciones de crecimiento económico para 2008 y 2009 contenidas en el presupuesto del próximo año, ante el recrudecimiento de la turbulencia financiera.
El presidente de México, Felipe Calderón, mandó al Congreso para su aprobación un plan económico de cinco medidas, con el que busca impulsar a la economía mediante un mayor gasto en infraestructura, apoyos a las pequeñas y medianas empresas, y la construcción de una nueva refinería, entre otras acciones.
El plan incluye modificaciones al panorama económico del presupuesto 2009, que está en revisión en el Congreso, y rebaja la proyección del Producto Interior Bruto (PIB) de este año a una expansión del 2.0 por ciento, desde un 2.4 por ciento previo. Para 2009, el Gobierno recortó su pronóstico a un crecimiento del PIB del 1.8 por ciento, desde el 3.0 por ciento previo, indicó la Secretaría de Hacienda en un comunicado.
CRISIS GLOBAL
"El mundo está en una grave crisis y eso afecta a México", declaró por su parte Calderón, en un mensaje a la nación. Uno de los ejes de la iniciativa es destinar 12,000 millones de pesos (cerca de 733 millones de euros) para la construcción de una refinería y otras obras de infraestructura del monopolio Petróleos Mexicanos (Pemex), con el que busca reducir el elevado gasto en la importación de gasolinas.
Calderón dijo que se trataría de la primera refinería que es construida en el país en casi 30 años. "La suma de estas cinco medidas (...) dará un empuje a nuestra economía y equivalen a cifras cercanas al 1.0 por ciento del Producto Interior Bruto", comentó Calderón. "Vamos a acelerar el ejercicio del gasto en infraestructura", agregó.
El Gobierno también redujo el precio promedio esperado para la mezcla mexicana de crudo en 2009 a 75 dólares por barril, desde los 80,3 dólares por barril previos. En cuanto al tipo de cambio, México elevó el cálculo de 2009 a 11,2 pesos por dólar en promedio, desde 10,6 pesos.
El miércoles, el Gobierno y el banco central intervinieron por vez primera en casi una década en el mercado cambiario para frenar la caída más drástica del peso desde 1995, que finalmente se detuvo en 12,25 pesos por dólar. "La mayor incertidumbre y aversión al riesgo en los mercados internacionales se ha traducido en elevadas fluctuaciones en los precios de activos financieros, incluyendo los tipos de cambio", dijo Hacienda.
Los cambios propuestos por el Gobierno están a consideración del Congreso, que tiene hasta el 15 de noviembre para revisar y aprobar el presupuesto de 2009.