Actualizado 14/07/2008 01:41

México.- Un grupo de "sicarios" asesina a nueve personas mientras otra banda secuestra a decenas de rehenes en Sinaloa


MEXICO D.F., 13 Jul. (Reuters/EP) -

Un grupo de sicarios asesinaron a nueve personas, entre ellas tres menores y un policía, mientras otro grupo de criminales tomó como rehenes a decenas de rehenes, posteriormente liberados, en el estado mexicano de Sinaloa, azotado por la violencia del narcotráfico, dijeron el domingo autoridades.

En un primer episodio, unos seis hombres armados mantuvieron durante varias horas, hasta la noche del sábado, a unas 40 personas como rehenes en un restaurante dentro de un centro comercial del puerto turístico de Mazatlán.

Tras haber matado en una tienda a un agente de Policía que se habría resistido a ser secuestrado, los sicarios fueron perseguidos por agentes hasta el centro comercial, que poco después fue rodeado por efectivos federales y militares.

Todos los rehenes fueron liberados y resultaron ilesos, luego de que los delincuentes lograran huir tras una negociación con las autoridades, dijo a Reuters un portavoz del Gobierno de Sinaloa que pidió el anonimato.

"Hubo una negociación en la que se les proporcionó un vehículo para su salida, se llevaron rehenes, los soltaron y después escaparon," dijo el portavoz.

En otro hecho ocurrido en la madrugada del domingo, hombres armados que viajaban en dos camionetas mataron a ocho jóvenes, que iban a bordo de cuatro vehículos, en céntricas calles de la ciudad de Guamuchil, al norte de la capital estatal Culiacán.

"Mataron a tres niñas y cinco varones jóvenes (...) hay dos heridos," dijo a Reuters una fuente de la policía ministerial de Guamuchil.

En Sinaloa opera Joaquín "El Chapo" Guzmán, considerado el capo del narcotráfico más buscado por el Gobierno, quien mantiene enfrentamientos por controles de territorio con un antiguo aliado, Arturo Beltrán Leyva, cuyos sicarios habrían sido los autores de la muerte de uno de los hijos de Guzmán en mayo.

El Gobierno del presidente Felipe Calderón ha reforzado los operativos antidrogas en el estado con más militares y policías, pero la violencia continúa.