MÉXICO DF, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
El candidato presidencial del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, ha acusado este miércoles a su homólogo del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, de financiar su campaña electoral con dinero blanqueado.
En una rueda de prensa, el asesor jurídico de López Obrador, Jaime Cárdenas, ha anunciado que el Movimiento Progresista tiene pruebas de que el PRI financió su campaña electoral con "recursos de procedencia ilícita". "Suponemos que recursos públicos o del crimen organizado", ha apuntado.
Cárdenas ha explicado que este hecho supone una violación del artículo 400 bis del Código Penal, que tipifica como delito las operaciones realizadas con recursos ilícitos, estableciendo una pena de entre cinco y 15 años de prisión y una multa con una duración de entre 1.000 y 5.000 días.
Cárdenas ha asegurado que el Movimiento Progresista tiene documentas que demuestran que varias empresas y una persona transfirieron millones de dólares a los grupos empresariales Atama, Tiguan y Koleos y a Rodrigo Fernández Noriega que a su vez los depositaron en las compañías Inizzio y Efra para comprar tarjetas telefónicas de prepago.
En total se habrían gastado más de 108 millones de pesos (6,6 millones de euros) en tarjetas telefónicas Monex, once de las cuales habrían sido entregadas en el estado de Tabasco y diez en otros estados.
El Movimiento Progresista relaciona a estas empresas y a esta persona con el PRI y con Peña Nieto a través del recurso que el Partido Acción Nacional (PAN) presentó ante el Instituto Federal Electoral (IFE) contra el PRI en Guanajato, según informa el diario 'Milenio'.
Además, ha reiterado que, al margen de la procedencia de los recursos, el PRI gastó 4.200 millones de pesos (260 millones de euros) en la campaña electoral de Peña Nieto, cuando el límite legal son 336 millones de pesos (20,8 millones de euros), por lo que, al menos, cometió esa irregularidad.
Anteriormente, el Movimiento Progresista ha denunciado que el PRI compró cinco millones de votos regalando a los electores tarjetas telefónicas, bonos de supermercado y materiales de construcción a cambio de su apoyo en las urnas y que incluso hubo reuniones entre sus gobernadores para determinar cuántos votos debía comprar cada uno.
Con todo ello, Cárdenas ha adelantado que en los próximos días presentarán otro recurso ante el IFE para impugnar las elecciones presidenciales celebradas el 1 de julio y ha advertido de que, si las autoridades electorales no investigan el asunto, incurrirán en un delito de encubrimiento.
Enrique Peña Nieto ganó los comicios con el 38,21 por ciento de los votos, sumando más de 19,2 millones de votos, mientras que López Obrador obtuvo el 31,59 por ciento, unos 15,8 millones de sufragios, según el último recuento del IFE.